Global
El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, usa la detención del “terrorista” Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua hace décadas como guiño al ministro del interior italiano, Matteo Salvini.
La detención de un italiano condenado por cuatro asesinatos cuando militaba en un grupo armado de ultraizquierda en los setenta le ha servido al nuevo gobierno nacional populista de Brasil para reforzar lazos diplomáticos con Italia, atacar al Partido de los Trabajadores (PT) y crearle un potencial problema al presidente de Bolivia, Evo Morales.
Battisti, de 64 años, fue capturado por un equipo de Interpol con agentes bolivianos e italianos. Battisti huyó de Brasil, donde vivía hace años, el pasado diciembre cuando un juez del Tribunal Supremo brasileño ordenó su arresto cautelar para ser extraditado.
El presidente Jair Bolsonaro y el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, han intercambiado felicitaciones en Twitter. Bolivia aceptó extradición.