Dialogan 10 artistas con Picasso. Estela Infinita

POR MARTHA ROJAS

En el inicio de los cánones del arte moderno se encuentra indiscutiblemente el nombre de Pablo Picasso. El mérito consensuado, que le atribuyen los críticos, es su capacidad de capturar y digerir los modelos anteriores para producir nuevas mimesis.

Como si se tratara de un ejercicio analítico que pone a prueba la vigencia del pintor español, el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario recibió la muestra itinerante Picasso. Estela infinita, que acompañada por la obra de diez artistas nacionales y extranjeros reflexiona acerca de las bases estéticas que decantaron en el arte contemporáneo.

Una serie de 26 aguatintas con referencia al universo de la tauromaquia, que el malagueño realizó para ilustrar el libro La tauromaquia o arte de torear, escrito por José Delgado, alias Pepe Hillo, convive con piezas de los artistas Héctor M. Flores, originario del municipio de Tlalmanalco, Eugenio Merino, Kepa Garraza, Pierre D´Argyll, Manolo Valdés, Alberto Corazón, Miquel Navarro, Juan Garaizábal, Ignacio Martín de la Cruz y Bernardí Roig.

Una representación del Guernica en el cerebro del malagueño y una sucesión de cuadros, en que se desvanece su rostro hasta ser un cadáver, realizada a partir de su último autorretrato, son algunas de las piezas con las que se fórmula una cuestión abierta al público: ¿Picasso fue superado por sus sucesores o su figura se alimenta de la producción artística contemporánea?

Fue precisamente el Guernica, creado en 1937 y planteado como una crítica desde el arte a la Guerra Civil española, el que replanteó los paradigmas del arte clásico. En ese cuadro aparecen reflejadas algunas de las tendencias críticas del pintor y por supuesto su interés por la tauromaquia, un elemento indisoluble en su vida y su obra.

Los motivos del toro, el torero y el caballo son frecuentes en la serie de aguatintas de Picasso, pero no fueron las únicas que realizó. La tauromaquia toma un sentido relevante en su trabajo a partir de la década de 1930, sobre todo en sus piezas gráficas, incluso el Guernica tiene referencias a la fiesta taurina.

Picasso permeó la arquitectura, la moda y, como padre del cubismo (junto a Georges Braque), la manera de mirar. Es quizás el más grande artista del siglo XX , no sólo por su calidad pictórica, sino por su prolífica producción, que arrojó más de 43 mil piezas en varias fases y estilos (de lejos más que ningún otro). Y por su particular manera de vivir, gozar y sufrir a lo largo de su prolongada existencia.

Sobre la exhibición Marcela González Salas, secretaria de Cultura del Edomex, afirmó que el CCMB ofrece siempre una nueva experiencia y sorpresas, como la muestra Picasso. Estela infinita.