Columnas
Dos días después de que Andrés López Obrador rindiera protesta como el nuevo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, rescato esta imagen del fotógrafo Saúl López de la agencia Cuartoscuro.
▶ El sábado 1 de diciembre fue un día largo para los profesionales de la lente que se acreditaron para la cobertura total de los distintos eventos referentes a la llegada del nuevo mandatario.
Hubieran quienes se formaron afuera del Congreso de la Unión desde las dos de la mañana, a pesar de que el llamado a entrar era pasadas las seis.
Largas filas por todas partes. La intensidad de un gremio que deseaba ser y hacerse parte de la historia de este país. Como cada seis años, como cuando llegó el primer cambio al gobierno de este país en el año 2000 con Vicente Fox, esta vez la alternancia también había que ser documentada de todos los ángulos y de todos los rincones.
A estas alturas ya hemos visto muchas fotos de Andrés Manuel con la banda Presidencial y sus manos en alto, o las tomas en el Zócalo recibiendo al grupo de indígenas y las miles de personas levantando sus manos hacia el sol.
Elijo esta imagen porque la iluminación puesta por el recinto, pareciera que representaría una muestra en escena y sabía bien en dónde había que colocar la luz y la sombra.
Vemos al expresidente Enrique Peña Nieto aplaudiéndole firmemente a quien le entregaría minutos después la hermosa Banda Presidencial como símbolo de la estafeta más preciada que un político puede recibir y ceder.
A pesar de ser una imagen con cinco personas, mantiene cierta limpieza y espacio entre ellos que no nos hace sentir saturados visualmente.
Detalle que muchas otras imágenes sí, en dónde aparecen los dos cadetes, Porfirio Muñoz Ledo, actual Presidente de la Cámara de Diputados y fotógrafos entre ellos.
La institucionalidad y respeto de quién se va observado directamente a quien se queda, colocado bajo los menos reflejos de luz; la seriedad de quién pareciera intermediario viendo hacia el frente y “el iluminado”, el Presidente electo mirando hacia enfrente, firme y contundente con su mano en alto.
Todo esto resguardados por el profesionalismo y amor a la nación de los cadetes que resguardan nuestros símbolos patrios y a la nueva figura presidencial.
La fotografía política está rodeada de mensajes, las posturas, las miradas, la iluminación.
El fotógrafo que cubre esta fuente debe considerar que todos estos elementos juegan una buena parte en su material. No solo el encuadre, la composición y la técnica que él utilice, son imágenes que producen palabras y nos transmite un contexto.
Cortar a personajes, buscar los peores perfiles o las poses más incómodas, son como pequeñas travesuras con gran implicación en el mundo de la comunicación e información.
Algunos lo llaman política visual; es decir, una imagen llena de mensajes que no sólo nos transmite una emoción, sino un montón de información.
En la cobertura de la política, en especial del Presidente los planos más sencillos son los que más transmiten, por la principal razón que lo que haga el personaje, será el tema de la imagen.
el personaje, será el tema de la imagen. Y bien lo aprendió Enrique Peña Nieto y Muñoz Ledo lo sabe también. Se guardan las posturas y se cuida el lenguaje no verbal.
En fin, llegó el día que muchos esperaban y que otros no imaginaban. Inicia la era AMLO como cabeza de este hermoso país, comienza el archivo visual que nos ayudará a no perder la memoria de lo que pase durante estos seis años.
Felicito a Daniel Aguilar por hacer la mejor foto, para mi gusto, dentro del Congreso.
Con todo y las ventajas que tuvo de estar abajo y cercano al Presidente, buscó fotografiarlo lo más limpio posible de fondo, fue el único que llevó al Águila de nuestra bandera de fondo.
Igual un fuerte abrazo a Saúl López por su recibir el Premio Alemán de Periodismo Walter Reuter 2018 por su foto “Confianza Popular” donde aparece López Obrador entre una multitud que le acaricia la cabeza.