Columnas
Todo comienza con una buena idea, rodearte de la gente adecuada y mucha resiliencia para sortear todos los obstáculos que se presentarán a lo largo del camino. La concepción de empresas como Google y Facebook, surgieron con fines muy específicos; la primera, fundada en 1998 con el propósito de facilitar búsquedas dentro del internet y la segunda con la misión de conectar a las personas mediante interacciones relevantes.
Sus fundadores, provenientes del mundo de la ciencia y tecnología, tuvieron desde el inicio la clara idea de desarrollar su concepto sin contaminarlo o influenciarlo de otros fines como el económico, el político. Poco a poco los modelos de negocio de ambas empresas fueron evolucionando hasta convertirse en los actuales gigantes tecnológicos. De alguna forma su camino de transformación fue influenciado por motivos menos idealistas y más por su viabilidad y potencial económico. Al final son empresas y por ende su compromiso con los inversionistas.
El uso de sus plataformas han cambiado la forma en cómo interactuamos y nos comunicamos con el mundo, con nuestros amigos, colegas, familiares. La adopción de la tecnología para relacionarnos ha sido tal que ya no se concibe el día a día sin su uso. Nos informamos y opinamos de lo que está ocurriendo en nuestra ciudad, en nuestro país, en el mundo. No es ajeno impresionarnos por su ubicuidad.
En un artículo muy completo publicado en el New York Times, Jack Nicas, expone el impacto del surgimiento de Google y Facebook en el mundo de las noticias, “por muchas décadas, los periódicos gozaron de las relaciones más cercanas con sus clientes… con el tiempo Google y Facebook se convirtieron en el intermediario entre los publicistas y sus lectores, sacando provecho de su posicionamiento para dominar el mercado de anuncios digital y diseminar el modelo de negocio de la propaganda y anuncios, terreno primordialmente dominado por los medios de comunicación”.
El poder de los algoritmos utilizados por ambos, les dio la ventaja plena para convertirse en el nuevo lugar a donde ir para informarse. El modelo económico excelentemente diseñado para promover la interacción reforzada y continua del usuario. Se prioriza lo que más llama la atención al usuario por encima de lo importante, de lo relevante, se prioriza el morbo, el amarillismo. Surge el contenido sesgado y falso junto con la proliferación de contenido tóxico.
Sus consecuencias las conocemos mayormente por el impacto en elecciones recientes en diversos países. La discusión sobre cómo deben ser tratadas éstas empresas es un tema no resuelto. ¿Son empresas tecnológicas o difusoras de información?, ¿deben ser reguladas por la cantidad y variedad de datos sensibles y personales que manejan?, ¿qué peligro representa el duopolio Facebook-Google?. Su responsabilidad cada vez más parecida a la que tiene la industria financiera. La protección del individuo deberá ser la prioridad en el tiempo por venir.