Gobernando en oposición

Termina el año con el estreno de los nuevos liderazgos estatales. En Puebla, finalmente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (que todavía existe), validó el triunfo de la panista MarthaErikaAlonso. En Chiapas, la segunda tierra del presidente, asumió el poder Rutilio Escandón; en Veracruz ya hizo lo propio Cuitláhuac García; y en Jalisco Enrique Alfaro.

De entre todos los mandatarios estatales, el único que desde mi perspectiva tiene los arrestos para convertirse en un opositor inteligente y propositivo al régimen, es el jalisciense. Lo ha demostrado ya en varias ocasiones al oponerse firmemente a los descabellados designios del primer mandatario, sobre las funciones de sus procónsules. Y además, ya ha advertido que defenderá su presupuesto y cuidará el uso que se le pretenda dar a las partidas federales.

Podría llegar a hacer las veces de un Henrique Capriles, en Venezuela, aunque quizás sea muy pronto todavía para llegar a tales conclusiones. Sin embargo, su figura pudiera crecerse ante la nueva realidad que nos ha sido impuesta; esa que va a toda velocidad pero con la marcha en reversa. La vuelta al poder unipersonal y centralizado, bajo una estrategia muy clara encaminada a debilitar al federalismo.

Y es que el resto de sus colegas parecen muy distintos; y los de Morena desde luego serán lambiscones hasta la náusea. La tarea del chiapaneco me parece clara: cuidarle las espaldas a su antecesor (niño consentido del presidente); y estar atento a que el ranchito esté siempre en óptimas condiciones para recibir a los poetas y cantautores del comunismo. Por lo demás, seguramente continuará esa larga tradición de saquear a ese bello estado.

Y el veracruzano en cambio, parece atrapado en sus resentimientos, más que listo para liberar a los duartistas que le colaboraron; y muy ilusionado con la posibilidad de que, a través del poder, ahora sí le llegue el matrimonio (o así lo percibí recientemente en una entrevista).

La poblana en cambio, tiene detrás a su poderoso esposo: Moreno Valle. Con seguridad harán un buen binomio; él negociando en el Senado y ella… ella para mí es un misterio. Dudo mucho que vaya a transformar a la educación en el estado (aún teniendo al secretario del ramo por allá). Y tampoco pienso que enfrentará al huachicoleo con firmeza (¿por qué habría de hacerlo, si con su marido floreció esa mafia?). Ojalá me equivoque, pero podría apostar doble contra sencillo a que será digamos… discreta en su forma de gobernar.

Nos queda todavía mucho tiempo para hablar del Cuau, y de los demás mandatarios estatales. Pero volviendo al tema del jalisciense; si mantiene una actitud de diálogo político, pero de clara diferencia ideológica con la izquierda populista; bien podría ganarse el apoyo de muchos de quienes estamos preocupados por el vacío de liderazgo que prevalece en la oposición.