“La función del artista también es analizar su época”

POR MARTHA ROJAS

El filósofo y erudito canadiense Marshall Mcluhan sostuvo que sólo a través del cambio de un ambiente a otro, cuando un medio retoma otro, es que podemos observar el estado antiguo y reconoce, en las prácticas artísticas, la posibilidad de análisis de los ambientes presentes. En ese sentido la función del artista no sólo sería crear sino revelar.

Como si se tratara de un mantra, el escultor Rodrigo de la Sierra prepara este 2019, un retorno a sus orígenes creativos y una profunda reflexión sobre la época, los cambios e incluso sus propios preceptos como artista.

Su regresión, cuenta a ContraRéplica, se trata de un momento que todo creador necesita para reformularse a sí mismo y a su obra.

A lo largo de 10 años, Timo, un personaje “incógnitosecreto” ha sido el protagonista de su obra. No tiene orejas ni boca, pero las situaciones que emula son comunes a los seres humanos, a sus miedos, sus alegrías, sus pasiones e incluso sus problemas.

En Timoteo, De la Sierra supo combinar dos partes fundamentales de su vida: el arte y su formación como arquitecto.

Esculpido la mayoría de veces en metales, Timo, como su creador sufrió una evolución en 2018, la última exposición que protagonizó: Dédalo, incluyó tres piezas en madera del simpático personaje. Un material con el que De la Sierra experimentó en sus primeros años.

“No dejar de transformarse. Eso es lo que ocurre en la vida de un artista. Se trata de una búsqueda considerada ideal. Eso fue lo que me ocurrió en 2018, que fue un año cargado de exposiciones y esculturas sobre pedido, y este 2019 quise reservar un espacio para mí, para reencontrarme conmigo, con mi obra con la madera, que fue uno de los primeros materiales que utilicé para darle vida a Timo, y que necesita de tanto cuidado y paciencia como el proceso mismo de la creación”, explicó el artista.

Para él, el replanteamiento de su carrera sucede como un fenómeno fundamental de la evolución y madurez que todo artista pretende alcanzar.

“Inevitablemente, Timo evolucionó. Ha dejado de ser Ícaro para convertirse en Dédalo”, explicó el escultor en referencia al mito griego, que aborda la necesidad de liberarse.

“El 2018 fue un año muy saturado para mi, exposiciones y algunos pedidos para ciertas dependencias me mantuvieron ocupado, pero este año quise reservar un espacio para regresar a las técnicas con las que inicié y hacer una retrospectiva personal de mi obra y también personal", agregó.

El escultor aseveró que las funciones del artistas no sólo contemplan la creación sino que también fungen como un "espejo" en donde las sociedades pueden verse reflejadas y analizar desde una nueva perspectiva la época en que viven.