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Más Allá de Portishead

Más Allá de Portishead

Suplemento viernes 02 de noviembre de 2018 -

JOSÉ MANUEL AGUILERA

Siempre ha habido un halo de misterio en torno a Portishead, la mítica banda inglesa de Bristol. No sólo por la música que producen y los oscuros sampleos de temas de los sesenta sobre los que la construyen, sino por la conformación misma del grupo. Sobresale Beth Gibbons, claro está, una voz excepcional capaz de imprimirle un sentimiento conmovedor a cualquier melodía, capaz de susurrar Nobody loves me like you do y convertir la frase en un oscuro melodrama. Además de su emblemática presencia central, los demás integrantes del grupo nunca estuvieron del todo definidos. Las fotos de sus discos son sumamente borrosas e incluso los créditos de los mismos no son muy claros ¿Es Portishead un dueto, un trío, un cuarteto…? Aparte de Beth ¿quién hace qué…? Se necesita un cierto trabajo de investigación para descifrarlo. En mi caso, fue hasta que los vi en vivo que entendí que el verdadero motor musical detrás de Portishead es Geoff Barrow.

Geoff, quien en diversos momentos aparecía citado como productor, programador, DJ o baterista, es en realidad el multi-instrumentista que define el carácter y la dirección musical del grupo. Tras el éxito inesperado (y absolutamente justificado) de su disco debut Dummy (1994), Portishead se encontró de pronto a la cabeza del llamado trip-hop. Las expectativas por lo que harían después se hicieron inmensas, y Geoff y su banda tardaron cuatro años en responder. Así apareció en 1998 Portishead, su segundo y homónimo álbum, aún más misterioso y claustrofóbico que el primero. Para el tercer disco, la presión sobre Geoff había crecido a tal extremo que de plano lo paralizó. Habrían de pasar once años, áridos y penosos, antes de que entregara su tercer álbum. Durante ese periodo el disco fue borrado y vuelto a empezar desde cero en varias ocasiones, lo que nos da una idea de la incertidumbre por la que debió haber pasado Barrow. Cuando por fin apareció el disco en 2008, llamado simplemente Third, Geoff y su banda entregaron un trabajo que lograba una doble y nada despreciable hazaña: hacer un disco tan bueno como sus antecesores, sin parecerse en absoluto a ellos. Y de paso desligarse del trip-hop, que a base de clonaciones sucesivas para entonces ya no era más que otro cliché.

Una vez restablecida la credibilidad de Portishead, los músicos decidieron tomarse un largo sabático, sin fecha de caducidad. Barrow nunca dijo si harían o no otro disco, pero sí se prometió a sí mismo jamás volver a embarcarse en uno que le tomara once años. Como parte de su rehabilitación, Geoff creo el proyecto BEAK>. Sin embargo, no se trataba nada más de crear otro grupo, sino de definir nuevos parámetros creativos y buscar otras relaciones con la música. Unas que no fueran tan demandantes como las impuestas por su genial banda madre. Su objetivo a fin de cuentas era elemental: volver a sentir gusto por hacer música.

El hecho de no contar con una voz tan emblemática como la de Gibbons ciertamente limitaría los alcances del nuevo grupo, pero, por otro lado, le permitiría operar fuera del radar. Eso, más una serie de directrices muy bien delimitadas (como, por ejemplo, nunca tardarse más de un par de días en grabar sus discos), le dieron espacio a Barrow para crear otro tipo de música. No buscaba inventar un género, sino simplemente conjuntar otros gustos y otras influencias, y hacerlo todo de manera más lúdica.

Ningún grupo está libre de influencias (el que esté libre de influencias que tire la primera rola). En BEAK> es clara la fascinación de Geoff por la banda alemana Can, una banda que, a 40 años de su disolución, y con tres de sus cuatro integrantes desaparecidos, cada año parece más reverenciada e influyente. Pero además de eso, BEAK> abreva en la música folk y la psicodelia, y muestra su gusto por los soundtraks cinematográficos, de preferencia por películas de horror. Con todo esto, en producciones rigurosamente espartanas, BEAK> logra una combinación insólita: una especie de progresivo-punk, que, si se ponen a ver, es la unión de los dos géneros más opuestos y enemigos entre sí que ha dado la Gran Bretaña.

En 2018, el proyecto paralelo de Geoff Barrow edita su tercer disco, con lo que, al menos en número, iguala a su banda madre. Aparece bajo el no muy inspirado e impronunciable título de >>>. En él, las influencias están orgánicamente asimiladas y se han abierto a nuevas posibilidades. Los rigurosos parámetros creativos bajo los que opera BEAK> les permiten, paradójicamente, liberarse. Porque no importan las influencias de las que eche mano un músico, sino lo que haga con ellas. E incluso más que eso: el gusto con que las abrace. Y en >>> , un disco sumamente interesante y variado, con canciones más estructuradas que en sus anteriores entregas, se escucha una banda afrontando con total seriedad su trabajo, pero divirtiéndose al hacerlo. Y eso cuenta.

>>> tal vez no revolucione el ámbito musical como lo hiciera Dummy, pero es un disco arriesgado, misterioso y único, en el que indudablemente podemos sumergirnos. Al menos mientras esperamos el cuarto disco de Portishead…

Portishead, BEAK>, >>>

Invada Records/Temporary Residence, 2018

José Manuel Aguilera es compositor, guitarrista, cantante, productor y escritor; es líder del grupo de rock La Barranca.


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/CR

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