Murakami revela todos los secretos del comendador

POR MARTHA ROJAS

El hit instantáneo en que resultó La muerte del comendador. Libro 1, incluso en Japón, en donde Haruki Murakami es blanco recurrente de la crítica literaria, continúa con la publicación de la segunda y última parte de su más reciente historia: La muerte del comendador. Libro 2 (Tusquets Editores, 2019).

El protagonista de la historia, un hombre obsesionado con los placeres estéticos, incapaz de superar su divorcio, se recluye en una cabaña que un amigo suyo le prestó. Ahí pinta sus habituales cuadros, pero un constante sueño con una persona cuyo rostro es ilegible, lo atormenta al grado de que comienza a pintar un retrato sin cara.

Las obsesiones, del pintor se develan cuando, por petición de uno de sus vecinos comienza un cuadro de una adolescente llamada Marie Akikawa. Una tarde, la misteriosa desaparición de la joven sacará al artista de su estado natural y se lanzará a lo desconocido con tal de encontrarla.

¿Qué le ocurrió en el pasado al autor del cuadro La muerte del comendador? ¿Quién es el hombre sin rostro?… En este segundo libro, las incógnitas sembradas en el anterior volumen van desvelándose, y encajan como en un puzzle. De él ha dicho Isabel Coixet: “Búhos, cigarras, sonatas, vasos de whisky, oscuridad, misterios y gatos muertos de curiosidad: Murakami en estado puro”.

Cuestiones como la identidad, los afectos, la violencia política y las experiencias místicas son abordadas entre estas páginas por el escritor japonés que se cuestiona sobre la necesidad de creer en algo, con una narrativa que combina lo real y lo fantástico

Autor de más de una docena de novelas, entre las que se incluyen Kafka en la orilla, Los años de peregrinación del chico sin color, After Dark, Baila, baila, baila o 1Q84, Murakami, que recientemente cumplía los 70 años, es uno de los pocos autores japoneses que han dado el salto de escritor de prestigio a autor con grandes ventas en todo el mundo. Seductor de millones de lectores, su nombre suena todos los años como posible candidato Nobel de Literatura, y ha recibido numerosos premios, entre ellos el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka, el Jerusalem Prize o el Hans Christian Andersen. En España, ha merecido el Premio Arcebispo Juan de San Clemente, la Orden de las Artes y las Letras, concedida por el Gobierno español, y el Premi Internacional Catalunya 2011.