Legisladores Morenistas plantean que el mando operativo sea militar; y el civil, de carácter administrativo

POR VÍCTOR RODRÍGUEZ

La Guardia Nacional, que el Gobierno federal pretende conformar, desplazará paulatinamente —al final del sexenio— las tareas de apoyo a la seguridad interior que hacen los efectivos de las Fuerzas Armadas desde hace más de una década.

Un documento en poder de ContraRéplica, revela además que los legisladores federales de Morena perfilan que el nuevo cuerpo se conforme al final de esta administración en 2024, con, por lo menos, 100 mil elementos, aunque en un principio se habló de 50 mil de ellos.

La consolidación de este nuevo cuerpo permitirá que las Fuerzas Armadas regresen a sus funciones constitucionales. Se plantea que la Guardia Nacional vaya desplazando a los elementos de la Sedena y Semar que se encuentran en operaciones de apoyo y seguridad pública”, sostiene el documento generado por la bancada de Morena en la Cámara de Diputados.

Con esta acción, el Gobierno se ahorraría el proceso de constituir una Ley de Seguridad Interior, que entre sus principios perfila regresar a sus cuarteles a los efectivos militares, quienes fueron empleados en esa labor, ante la ola de violencia producto del combate a los grupos criminales.

En el texto, los legisladores desmenuzan uno a uno los argumentos del Presidente Andrés Manuel López Obrador y sus legisladores, para que sean efectivos del Ejército y la Secretaría de Marina los que conformen ese cuerpo de seguridad, junto con los jóvenes que se inscriban, y que recibirán una formación militar.

Uno de los puntos centrales es el número de elementos que tiene el Ejército. En la actualidad, agregan los legisladores en el documento, hay 25 mil efectivos de la Policía Federal, “si se considera su actuación en tres turnos, el Presidente sólo dispone de una fuerza policial de 8 mil elementos por día para atender la seguridad del país”.

“Con esta estrategia, usando a las Fuerzas Armadas, dispondría de poco más de 33 mil efectivos por día de la Guardia Nacional; y dejaría a las FA—Ejército, Fuerza Aérea y Marina-Armada de México— con las funciones de seguridad exterior que señala ahora la Constitución”, indican.

López Obrador confirmó ayer que este nuevo cuerpo tendrá dos mandos: uno militar, que coordinará las acciones operativas de los efectivos policiales, y uno civil para tareas administrativas.

“Acerca del mando, la propuesta es que en lo administrativo dependa de la Secretaría de Seguridad Pública y, en la parte operativa esté adscrita a la Secretaría de la Defensa, eso es lo que contempla la iniciativa”, afirmó.

Por la noche, en un encuentro privado en Palacio Nacional con legisladores federales de la coalición que lo llevó a Palacio Nacional (Morena, PES y PT), el mandatario les solicitó hacer su mejor esfuerzo para llegar suscribir consensos con las otras fuerzas políticas del Congreso de la Unión.

Tras concluir el cónclave, el coordinador de diputados de Morena, Mario Delgado, confirmó que dentro del periodo extraordinario —que se lleva a cabo a partir de hoy— se desahogará la creación de este cuerpo de seguridad.

Por separado, el senador Clemente Castañeda, presidente nacional de Movimiento Ciudadano, criticó en un video a través de sus redes, que a pesar de llevarse a cabo audiencias públicas, “hasta el día de hoy sus voces no se han visto realmente reflejadas en el dictamen que se pretende votar en las próximas horas en la Cámara de Diputados”.