Pregunta sobre la mariguana

Ayer en este espacio celebré la decisión de la Suprema Corte de Justicia de declarar inconstitucional la prohibición absoluta para consumir mariguana con fines recreativos. Dado que se trata de la quinta resolución en el mismo sentido, esa decisión tiene el carácter de jurisprudencia, por lo que se vuelve imperativo que las autoridades respectivas-Congreso y autoridades administrativas regulen en el sentido de lo definido por el Tribunal constitucional.

Sin embargo, el de la Corte es sólo el primer paso en el que se vislumbra como un largo y complejo camino hacia la legalización total de la mariguana con fines recreativos.

A pesar de que legisladores como el coordinador parlamentario de la fracción de MORENA en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, han anunciado que se presentarán iniciativas para legalizar el estupefaciente, lo cierto es que es uno de los temas más debatidos y más complejos de regular a nivel global.

La Suprema Corte se limitó a establecer que el derecho a consumir mariguana se configuraba dentro de un derecho más complejo y amplio que la Corte ha denominado “libre desarrollo de la personalidad”. A pesar de que esta garantía constitucional ha recibido múltiples críticas, esencialmente conservadoras, se trata del derecho liberal por antonomasia: constituye la libertad para decidir cómo vivir nuestra vida. Dado que no hemos encontrado una respuesta colectiva a la pregunta de qué constituye la “buena vida”, hemos decidido que la mejor forma es a través de nosotros mismos.

Pero, hasta hoy, sólo sabemos que la mariguana es parte de un derecho humano fundamental, mas no las condiciones de ejercicio del mismo. Aquí es donde vendrán los debates, las opiniones de expertos médicos, empresas farmacéuticas y, naturalmente, otros interesados, como padres de familia, iglesias, sociedad civil... Ahí estará la discusión sobre los detalles, que siempre terminan siendo tan relevantes como las determinaciones políticas.

Las preguntas que envuelven la regulación de la mariguana son muchas y de diversa índole. ¿Se legislará tanto la medicinal como la recreativa? ¿Cuáles serán las condiciones para su producción? ¿En qué espacios podrá ser consumida? ¿Qué restricciones y requisitos tendrán que satisfacer los establecimientos que quieran comercializarla? ¿Se optará por un modelo de empresa única estatal que compre, produzca, distribuya, administre y vigile la sustancia o se preferirá un modelo de competencia? ¿Cuáles serán las tasas impositivas? ¿Qué papel tendrá la COFEPRIS en materia de inspección sanitaria? ¿Qué controles podrá llevar a cabo? En el caso de la mariguana medicinal, ¿requerirán receta médica los compradores? ¿Habrá un registro nacional de consumidores? Finalmente, ¿en qué período de tiempo podrán salir aquellas personas que hoy se encuentran en prisión por la compra, venta o consumo de mariguana?

Como lo dije: el de la Suprema Corte apenas fue el primer paso…