Columnas
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ganó el primer round a sus poderosos homólogos: el presidente Andrés Manuel López Obrador y al bloque morenista en el Congreso, al congelar el tope a salarios de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que los incluía en la reducción obligatoria de sus sueldos.
Sólo bastó darle entrada a una acción de inconstitucionalidad presentada por senadores de oposición a Morena para que Mario Delgado, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, reculara sobre su amenaza de que “pese a la Corte” les bajarían su sueldo.
A menos de 15 días de haber entrado a un cambio de administración que se torna con grandes posibilidades de tormentas económicas, sociales y políticas, enfrenta la primera de éstas nada más y nada menos que con el Poder Judicial, institución que, con la mano en la bolsa, tiene la facultad de echar abajo cualquier acción presidencial que pudiera violar nuestra Carta Magna.
Al parecer los legisladores morenistas calcularon mal su estrategia para darle gusto al Presidente López Obrador de que nadie por encima de él tenga un salario mensual de más de 108 mil pesos. No contaban con que el sentimiento de unidad se gestaría entre los senadores de oposición a Morena para demostrar que, aunque poquitos, pueden parar las leyes manejadas a modo de los lopezobradoristas.
Si al deseo de demostrar que actuarán como verdadera oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador se suma la inconformidad de los integrantes del Poder Judicial sobre la manipulación de sus salarios y prestaciones, la cosa para los legisladores guinda se presenta negra; están dando malas cuentas al hombre que con su imagen los colocó en el legislativo y al frente de sus bancadas en el Senado y en la Cámara baja.
La promesa de que todos los servidores públicos, fueren del poder que fueren, ganarían menos que el Presidente de México, está en veremos, lo cual deja mal parado al mandatario tabasqueño ante sus 30 millones de seguidores, quienes, en un acto de fe, le otorgaron el voto para gobernar al país sin corrupción, sin permitir el dispendio en las instituciones, sin privilegios y sin salarios que ofenden a la clase trabajadora que gana el mínimo.
Los integrantes del Poder Judicial ya fueron eximidos de la obligación de reducir sus salarios; sin embargo, hay muchísimos más que laboran en otras dependencias del Gobierno federal que han presentado demandas de inconstitucionalidad para evitar que sus ingresos se vean mermados. ¿Cuál será la respuesta de los magistrados a todos estos servidores públicos?
Los coordinadores morenistas en la Cámara de Senadores y de Diputados, Ricardo Monreal y Mario Delgado, respectivamente, se verán obligados a modificar La Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que le ofrecieron en bandeja de plata al Presidente López Obrador ante la presión de los inconformes que esperan que la SCJN les haga justicia, también.
Y apenas llevan 10 días…