Entornos
POR MARTHA ROJAS
Considerada como una de las pioneras del arte feminista, Nancy Spero abogó por la creación de un lenguaje estético que plasmara el papel real de las mujeres en las sociedades contemporáneas y denunciara las relaciones de opresión a las que históricamente se han visto sometidas.
Su producción artística, a lo largo de 50 años, adoptó historias de mujeres como diosas mitológicas, víctimas y guerreras, siempre protagónicas de sus propios universos.
Por primera vez en México, el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo realiza una retrospectiva individual de la artista fallecida en 2009: Nancy Spero: Paper Mirror expone más de 100 piezas en la que la fragilidad del papel revela un particular intento por distanciarse del óleo, material que consideraba eminentemente masculino.
Paper Mirror es una cartografía de las transformaciones orgánicas y radicales que abarcaron su obra, su manera de concebir la creación y su lucha infinita por feminizar el mudo del arte.
La selección de materiales, formas, temas y formatos fueron una decisión que obedeció a su postura política, al ambiente social y cultural de la época.
Figuras de pesadilla II, Nacimiento de la gran madre, Amantes IX y Los ángeles, marcaron el inicio de su carrera a principios de los años 60, en ellos destaca los trazos fuertes y contundentes, una apología a los tiempos convulsos que se vivían y a su postura ante la guerra de Vietnam.
Nacida en Cleveland, Ohio, en 1926, se graduó de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago en 1949. Antes de instalarse en Nueva York en 1964, ella, su esposo, el pintor Leon Golub (1922–2004), y sus tres hijos vivieron en París, donde produjo sus primeras obras maduras, Black Paintings (Pinturas negras), 1959–65: composiciones figurativas que parecían ponderar cuestiones existenciales sobre la mismidad y la otredad.