Van por fideicomiso para dar seguridad a artistas

POR LUCIANO FRANCO

Grandes artistas de fama nacional e internacional, como pintores, músicos, escultores, actores de teatro, cine, televisión y radio y artesanos, pero sobre todo aquellos que no gozan de reconocimiento ni dinero, laboran en condiciones precarias y carecen, la mayoría de ellos, de una plena seguridad social, a pesar de que la contribución del sector cultural en México al Producto Interno Bruto (PIB), creció 92 por ciento entre 2008 y 2016.

▶ En 2008 este segmento de la población tuvo una aportación al PIB de 320 mil 787 millones de pesos, mientras que para 2016 la contribución pasó a 617 mil 397 millones de pesos, lo que significa un crecimiento de 4.5 por ciento anual.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló lo anterior y señaló que el gasto realizado por estas industrias de entretenimiento, como porcentaje del sector cultural en 2016 fue de 37 por ciento para medios audiovisuales, 17.5 para artesanías, 5.5 por ciento para las artes escénicas y espectáculos, 1.2 para la música y para el diseño y servicios creativos 8.9 por ciento, además de un 4 por ciento para libros.

Frente a esta realidad, el diputado Santiago González Soto, del Partido del Trabajo (PT), parte del bloque mayoritario en San Lázaro, planteó crear un Fideicomiso Operador del Fondo de Acceso a la Seguridad Social para Artistas y Promotores Culturales, que busca integrar al gremio cultural y artístico al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los beneficiarios de esta iniciativa presentada hace apenas unos días, son los artistas interpretativos, pintores, diseñadores, dibujantes artísticos, escultores y escenógrafos, que desempeñan sus labores de manera independiente, no estando sujetos a relación laboral alguna.

En entrevista, el legislador petista dijo que “en México, a pesar del gran número de artistas famosos a nivel nacional e internacional, la mayoría realiza sus actividades en condiciones laborales precarias, por lo que en muchos casos la demanda de trabajo sólo satisface sus necesidades básicas, haciendo evidente el rezago por carencias de recursos que no les permiten disfrutar de una vida digna.

“Aunque esta condición no es exclusiva de artistas, creadores y promotores de la cultura, de los más de 53.7 millones de trabajadores del país, solo el 37.6 por ciento tienen servicios de salud, explicado principalmente por la informalidad que prevalece en el mercado laboral.

“Un error que suele cometerse es considerar que los artistas, creadores y promotores culturales no tienen relevancia en el agregado de la producción. Tan sólo en 2016 el sector cultural aportó 3.3 por ciento del PIB nacional, que representa 1.6 veces el tamaño de la economía de Estonia y una quinta parte de la economía de Grecia”, añade el diputado.

Apunta que, frente a la contribución de la cultura a la economía nacional, contrasta el gasto público en actividades culturales, que, en 2016, fue de 0.25 por ciento del PIB, lo que lo hace un mercado eminentemente privado donde el 92 por ciento de la actividad no depende de la acción gubernamental.

Precisa que, no obstante, el hecho de que el sector cultural no cuente con Seguro Social como lo hace el resto de la población trabajadora, a pesar de que desempeñan su labor como prestadores de servicios profesionales, se limita su garantía de contar con un seguro de vida, de gastos médicos mayores y de un fondo para el retiro.

“El derecho de todos los mexicanos a gozar de una vida digna con acceso a la salud, debe incluir a los artistas, creadores o promotores culturales, por lo que no debería ser una condición laboral que repercuta en el disfrute de sus derechos sociales”, añade el legislador.

Al ser una actividad legítima y tutelada jurídicamente como cualquier otra, que además del esfuerzo personal implica la representación y orgullo de sus conciudadanos, no se puede continuar en la falsa idea de que al desarrollar una actividad para la cual tienen un talento especial, que disfrutan, tendría que ser suficiente, finalizó.