Control vs Libertad

Columnas martes 10 de junio de 2025 - 01:00

En la vida deseamos vivir bajo nuestras propias reglas y tener todo bajo control, cuando nuestra realidad es la que nos acota respecto a lo que podemos hacer y el azar nos regala lo mejor o peor que podemos vivimos. Al gobernar, que al final es también vivir, pasa lo mismo.

 

En México desde hace décadas tenemos conductas contradictorias en casi todo. Por un lado, creemos en la rectoría económica del Estado, pero por otro sabemos que el libre comercio hace más por el bienestar de la población que miles de discursos y centenares de normas. Se “ama” el control, y más quienes detentan el poder en algún momento, pero la libertad al comerciar genera al largo plazo más y mejores beneficios para más personas.Quienes hace décadas anunciaron el fin del país con la firma del TLCAN, hoy defienden su versión 2.0 y se desgarran vestiduras por la imposición de aranceles. La libertad de comerciar es mejor que el control.

 

Controlar es costoso. Poner requisitos, candados o vetos, por ejemplo, a la libre circulación de la información en internet, es tarea titánica y de tiranos. Para nadie es un secreto que perdemos horas de nuestros días viendo todo y nada en nuestros celulares, que los algoritmos no son neutros y que inducen nuestro estado de ánimo para comprar algo o ser “partidarios” de alguna causa. Pero restringir plataformas de información sólo porque a algún burócrata no le gusta algo, creo que esa cerca de censura ya la brincamos hace décadas.

 

Antes, cuando las noticias sólo se propagaban por radio, pero principalmente por los periódicos, limitar al mínimo la venta de papel periódico “garantizaba” el control. Hoy, algo parecido se podría hacer apagando el switch a una plataforma como YouTube o TikTok, pero tendríamos decenas de alternativas para encontrar la información “prohibida”. Controlar la información es costoso, y hoy, con las herramientas electrónicas disponibles, imposible.

 

Vivir en libertad. La máxima de los gobiernos con democracias liberales es dejar que su ciudadanía haga lo que le plazca y reducir al mínimo las prohibiciones, mientras los gobiernos sólo pueden hacer lo que expresamente les está permitido por ley. En las democracias populares, la ecuación se invierte: la ley es un panfleto, la ciudadanía puede hacer sólo lo que les dice su gobierno y éste puede hacer todo lo que le plazca. Aquí la gente está feliz mientras les den dinero, pero cuando el dinero se acaba, sólo le queda a los gobiernos el control, por las buenas o por las malas.

 

Globalmente, ¿a dónde migra la gente que empeña su vida en el trayecto? Regularmente, a los países con democracias liberales, donde hay más libertades y menos controles, porque ahí hay mejores condiciones de prosperidad que en sus lugares de origen.  

Entonces, si es más probable prosperar en libertad ¿por qué toleramos a los gobernantes que desean controlarlo todo?  

 

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/CR

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