La familia electoral

Columnas viernes 19 de febrero de 2021 - 01:17

Como cada tres años, los partidos políticos desempolvan la armadura y desenvainan las espadas, preparándose para la batalla.

Por una parte, las autoridades electorales intentarán ser buenos árbitros y, por la otra, los actores políticos harán gala de todo su arsenal y estrategias para derrotar al adversario y, a veces, para despistar y confundir al nazareno.

En los cuartos de guerra se reunirán todas las semanas los estrategas junto con los candidatos y sus equipos legales. Algunos le invertirán y contratarán buenos despachos de consultoría para el marketing digital, otros, con menos recursos, se conformarán con el “sobrinity manager”; asimismo, algunos partidos contarán con abogados electoralistas de buen nivel, mientras que otros, echarán mano del primo que es civilista, pues “es lo mismo, pero más barato”.

Los más hábiles le cobrarán los favores políticos a los consejeros y magistrados “para que no se les olvide quien los puso ahí”; los demás solicitarán sus alegatos de oreja, intentando convencer a sus señorías que “de verdad dijeron lo que no dice la demanda”.

Pero el verdadero combate se dará en casa; en ese sentido, los tribunales electorales se inundarán de medios de impugnación, interpuestos por los aspirantes no beneficiados por sus respetivos institutos políticos. Muchos de ellos se disciplinarán y otros abandonarán el barco para sumarse al navío contrario, pues “no se vale que me hayan jugado chueco, yo que tanto he dado por el partido”.

Muchas demandas serán regresadas a la justicia interna y los órganos jurisdiccionales alegarán que no se agotaron las instancias previas, “porque todo tribunal que se respete debe hacer valer el principio de definitividad”, ¡faltaba más! Pero también es cierto que admitirán per saltum algunas otras. ¿Por qué? Porque “para los amigos justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas”.

También, como ocurre en cada elección, surgirán nuevas parejas sentimentales que, al cabo de los meses, darán la bienvenida a las “bendiciones del proceso”, quienes llegarán con la torta bajo el brazo, algunos por la victoria electoral, otros por la llegada del “bonifacio”, eso sí, cada vez menos jugoso.

Pero con independencia de todo lo anterior, lo cierto es que cada proceso se convierte en una gran fiesta en la que se reúne toda la familia electoral, ya sea la que trabaja como autoridad o la que participa activamente en los partidos políticos, los litigantes, y hasta las ovejas negras que tomaron el camino de las fiscalías especializadas para la atención de delitos electorales.

Algunos agarrarán la borrachera y la conectarán durante tres años, otros despertarán con una gran resaca, pero en algo todos van a coincidir, de algún modo la culpa siempre será del árbitro, “y por haberse portado mala onda, otra vez impulsaremos una reforma electoral definitiva para cambiarlo”, y así, hasta el 2021.
Plancha de quite: “El voto es el sagrado ejercicio del poder del ciudadano.” María Corina Machado.

Envie un mensaje al numero 55 1140 9052 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas


Línea 13.

2024-05-16 - 01:00

LOS VICEPRESIDENTES

2024-05-16 - 01:00

EL VOTO EN ACAPULCO

2024-05-16 - 01:00

NOTICIA BOMBA EN F-1

2024-05-16 - 01:00

Trazando el Futuro para una Democracia Incipiente y Resiliente

2024-05-16 - 01:00

¿ Quiénes Somos ?


Aviso de Privacidad


Contáctanos


info@contrareplica.mx