Una bella postal

...“Todo es visible y todo es elusivo, todo está cerca y todo es intocable”… Octavio Paz

Una frontera que se alarga por más de 3 mil kilómetros separando a dos países tan distintos, que uno sirve de paso para migrantes del continente americano y otro que ante su poderío desea dividir y bloquear.

▶ La polémica de la construcción de un muro superpoderoso, infranqueable e invencible justo en la frontera con Estados Unidos, pero facturado por nuestro país, ha sido uno de los temas principales en el periodo de gobierno de Donald Trump.

En el transcurso de los últimos meses hemos visto cientos de fotografías de la frontera de Tijuana con la Unión Americana y los miles de migrantes centroamericanos que han llegado hasta allí, cruzando México para intentar llegar “al otro lado” en búsqueda de una mejor vida para ellos y sus familias.

Hemos visto a fotógrafos italianos, portugueses, ingleses y mexicanos haciendo un espectacular trabajo de cobertura fotoperiodística.

Hoy rompiendo con la inercia de ir a la frontera y fotografiar a la gente esperando la oportunidad de sus vidas o a la patrulla fronteriza con sus ojos como halcones aguardando como cazadores feroces a las presas que arriesgarán su libertad para cruzar de manera ilegal a territorio estadounidense.

Shannon Stapleton, fotoperiodista de la agencia Reuters, nacido en Estados Unidos y basado en Nueva York, visitó Tijuana y la caravana migrante. Pero su ojo no sólo capturó el desorden ordenado de quienes no tienen un hogar y comparten techo y suelo con la misma esperanza de lograr su objetivo.

Stapleton, un fotógrafo experimentado que cree fielmente que tiene el mejor trabajo del mundo, por el hecho de que ningún día laboral es igual y porque más allá de incluir en su experiencia grandes coberturas, ha podido viajar por el mundo y ser testigo de la historia, fue e hizo lo que sabe hacer; ser el ojo de quienes no estamos allí.

Captura una parte del muro fronterizo oxidado instalado en Tijuana. Y contrario a lo que representa políticamente, lo convierte en una escena estéticamente disfrutable a nuestro mirar. 

Una composición limpia, con un matiz rojo y naranja que pareciera que al atardecer se encargó de dar esas pinceladas a una división terrenal.

Una de las maravillas de hacer fotografía, es fragmentar lo que vemos y ofrecer un giro anímico a lo que nuestros espectadores pueden apreciar. A veces basta con recorrer con la mirada todo el escenario frente a nosotros, y seleccionar ese cachito que nos da paz o que quizá, hasta compartiríamos con alguien más, un suspiro de empalago visual.

Shannon sale a trabajar diariamente siendo consciente de que lo que él ve, es como si también lo vieran cientos de personas. Sabe que una imagen vale más que mil palabras, por eso su tino para buscar lo que pocos ven.

Ha cubierto el terremoto en 2005 en Cachemira, el huracán Katrina, refugiados en Kosovo y Albania y el ataque a las Torres Gemelas, entre otros.

De hecho, hay una imagen que representa a todos los involucrados en el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York. Un ciudadano, un par de bomberos y un policía, sacan de los escombros a un señor herido por el derrumbe del World Trade Center.

Tiene una visión clara de que en 10 años desea verse igual o más de apasionado en lo que hace y sobre todo estar al día con los cambios que se viven ya en el fotoperiodismo.

Esta imagen de la frontera con Estados Unidos, me conflictúa el pensamiento, porque ese muro pareciera que nos hiciera diferentes y por el otro lado, es una belleza visual que no he dejado de ver, mientras escribo Enfoque Manual.

Si quieren conocer más sobre su trabajo, entren a su web personal www. shannonstapleton.com.