Más militantes, más división
Columnas lunes 19 de mayo de 2025 - 01:00
Mientras la oposición busca denodadamente votos, simpatizantes, líderes, militantes, cómplices. Morena sólo quiere militantes.
Coincidir con el gobierno, en un buen porcentaje de población, no obliga a la militancia, ni convierte al ciudadano en un ser incondicional de sus decisiones, tampoco puede entrar a las filas de la inconformidad fácilmente.
Hay un punto medio en la sociedad que el partido en el poder ha desaprovechado, tan lamentable como la actitud partidista de la derecha, cuya militancia se redujo a la búsqueda de cómplices y ahora se da cuenta de que le faltan militantes para sostener su negocio, porque los cómplices no dieron el ancho en lo político. De ahí la violencia verbal en el Congreso y la agresión permanente de sus miembros que, por desgracia no se limita a lo verbal.
La oposición espera un pretexto, una causa y un líder para resucitar, aunque parezca que las causas y los líderes se alejan de la oposición, algún día lo encontrarán y puede que ya no existan los partidos que encarnan la inconformidad, pero no por ello deja de existir. La clase media espera que surjan líderes auténticos que coincidan con su muy particular manera de interpretar la política.
Pareciera que el partido en el poder basa su fortaleza en la militancia que poseen de manera inédita en la historia de México, no se trata de ganar un concurso mundial del partido con más militante sino de ganar elecciones.
Los mayores problemas de Morena se deben a su obsesión por sumar militantes. En esta necedad no previenen problemas ni advierten traiciones.
Es más importante cuidar la unidad de lo partidos coaligaos que la suma de los militantes. Porque en la intensa labor de incorporación, hay mexicanos que aceptan por la persistencia de quienes convocan, pero no por convicción.
El movimiento debe tener en la unidad una de sus prioridades, pero, tiene en sus nuevas incorporaciones el peligro latente de la división.
En su sed de inclusión quieren convertir en parte del movimiento al priista recientemente fallecido Fidel Herrar Beltrán a través del Partido Verde y por insistencia de su hijo Javier. Sabemos quién fue ese personaje, motivo por el cual hubo protestas de priistas en la sede del PRI en Xalapa. Situación que después quiso capitalizar Alito diciendo que el edificio priista fue vandalizado como muestra de inseguridad en Veracruz.
Morena debe diferenciar las responsabilidades de los simpatizantes, votantes y militantes y no echarlos en el mismo costal y capacitar, desde la cúpula partidista, para otorgarles labores específicas de acuerdo con el nivel de convicción de los ciudadanos, quienes en el reconocimiento que se les otorgue, advertirán el grado de respeto que el partido profesa hacia ellos y entonces cada votante se volverá un simpatizante permanente y cada simpatizante, un militante.