Con todo y el auto sometimiento del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador a los deseos de Donald Trump, éste arrincona cada vez más a México con amenazas de cierre de fronteras que comienzan a costarle políticamente al mandatario tabasqueño: mexicanos que le dieron su voto hoy se expresan decepcionados de la actitud débil y sumisa con la que la administración lopezobradorista responde a la violencia verbal del presidente de Estados Unidos.
Nadie pide que el jefe del Ejecutivo, su canciller y la titular de Gobernación se pongan una armadura y con espada en mano vayan al encuentro de Trump, le corten la cabeza y nos la traigan en charola de plata, lo que se les solicita es que nos representen con dignidad y valentía; y no permitan que el gobernante gringo nos humille cada vez que se le tropiezan las neuronas.
Los mensajes acostumbrados vía Twitter de Donald Trump son ofensivos, temerarios y violentos. Las respuestas de nuestras autoridades no pasan de “amor y paz”, “yo respeto”, “no me voy a confrontar”, cuando en campaña presidencial la promesa fue que se nos respetaría como la gran nación que somos.
El presidente López Obrador parece no darse cuenta, aunque lo dudo, de que su sumisión ante Trump está escalando niveles de molestia entre millones de mexicanos, incluyendo ya a un alto porcentaje de los que le apostaron para que se diera un cambio radical en la relación México-Estados Unidos.
Por ello es por lo que el mandatario mexicano se ha escudado detrás de las personas que los gobernadores y funcionarios morenistas le llevan a sus mítines donde reparte todo tipo de tarjetas para los pobres que, para colmo de males, comparó con los animalitos que no pueden trabajar y por ello hay que regalarles la comida.
En ese escenario, donde se siente cómodo y protegido, el titular del Gobierno federal encuesta a sus beneficiados si quieren o no que le responda a Donal Trump, cuando en las redes sociales, en sus benditas, hasta hace poco, redes sociales hay una verdadera guerra entre los que lo juzgan por su apatía y los que lo justifican por tener poco tiempo el cargo presidencial.
El cierre de la “maldita frontera sur” como la tildó Trump, el aviso de que el Istmo de Tehuantepec seria habilitado como refugio para los 20 mil migrantes centroamericanos que ya vienen en camino hacia México y la cena en lo oscurito en casa de uno de los directivos de Televisa con Jared Kushner, yerno del presidente gringo, ha unido a los mexicanos en una sola exigencia: ponerle un alto al multimillonario político estadounidense y dignificar a nuestro país.
No se vale que mientras nuestro gobierno exige a la corona española una disculpa por un hecho histórico de conquista de pueblos hace cinco siglos, calle ante las vejaciones de las que estamos siendo víctimas los mexicanos en pleno siglo XXl y en lo que llaman la cuarta transformación.
No más decisiones a mano alzada…
•Egresada de la escuela de PCSG. Exdiputada constituyente. Defensora de los animales y fundadora de "Ángeles Abandonados".