¿Puede la inteligencia artificial mejorar las condiciones de pobreza en el mundo?

Esta es una pregunta que me he hecho muchas veces últimamente y que quiero compartir con ustedes en esta columna. Considero que la inteligencia artificial puede ser una herramienta útil para ayudar a las personas a salir de la pobreza, siempre y cuando se le brinde una educación adecuada y un acceso equitativo a la tecnología.

La inteligencia artificial es la capacidad de las máquinas o los sistemas informáticos de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural, la toma de decisiones o el aprendizaje automático. Esta tecnología se aplica en diferentes campos y sectores, como el marketing digital, la creación de contenidos, el análisis de datos, el desarrollo de software, etc. Según un informe de la ONU, la inteligencia artificial podría contribuir con 15,7 billones de dólares al PIB mundial para 2030.

Un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede mejorar las condiciones económicas y sociales de las personas es el caso de Venezuela. En este país hay más de 40.000 trabajadores independientes que ofrecen sus servicios en plataformas como Fiverr, Upwork o Workana, y que ganan en promedio 300 dólares al mes, lo que equivale a más de 100 salarios mínimos en ese país. Estos trabajadores se han capacitado en áreas como el marketing digital, la creación de contenidos, el análisis de datos o el desarrollo de software, aprovechando las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial.

Sin embargo, también hay desafíos o riesgos que implica la inteligencia artificial, como la pérdida de empleos, la brecha digital, la falta de regulación o la ética. Según un estudio del Foro Económico Mundial, la inteligencia artificial podría desplazar a 75 millones de trabajadores para 2022, pero también podría crear 133 millones de nuevos empleos. Para aprovechar estas oportunidades, es necesario que las personas se capaciten y se adapten a las nuevas demandas del mercado laboral. Además, es importante que se garantice un uso responsable y equitativo de la inteligencia artificial, respetando los derechos humanos y los principios éticos.

Ahora bien, ¿qué estamos haciendo en México para lograr que esto ocurra? Creo que debemos impulsar programas que faciliten el acceso a la tecnología y a la educación a las zonas más vulnerables. Por ejemplo, se podrían ofrecer becas para estudiar en plataformas online que enseñen sobre inteligencia artificial, se podrían brindar servicios gratuitos de internet y computadoras en zonas rurales y se podrían crear alianzas entre empresas e instituciones para generar empleos y emprendimientos digitales. Conozco casos de jóvenes con tantas ganas de salir adelante que han aprendido a programar solo viendo videos.

En conclusión, creo que la inteligencia artificial puede ser una buena aliada para combatir la pobreza en el mundo, si se aprovecha de forma responsable y equitativa. Es importante que se brinde una cobertura de internet y acceso a computadoras a las zonas más vulnerables, así como una capacitación adecuada para que puedan desarrollar sus habilidades y talentos. La inteligencia artificial nos ofrece una oportunidad única para transformar nuestras realidades y crear un futuro mejor para todos.

Octygeek / Alejandro del Valle Tokunhaga

Consultor y fundador de Octopy.

alejandro.delvalle@octopy.com