¿Sí volveremos en junio?

En medio de una crisis a nivel mundial como lo es esta pandemia, al mundo del deporte no le queda más que esperar las decisiones gubernamentales. Estas, apoyadas en sus respectivas autoridades sanitarias, serán las encargadas de determinar cuándo volveremos a la normalidad (si es que aún hay “normalidad” una vez pasada la crisis).

Esto lo digo antes de poner en la balanza lo que ha ocurrido los últimos días tanto en Holanda como, sobre todo, en Francia, donde los campeonatos Eredivisie y Ligue 1 respectivamente se han cancelado definitivamente, debido a que las actividades no podrán reanudarse a tiempo para complementar el calendario deportivo. En Francia, donde surgió la información las últimas horas, la determinación fue no tener actividades hasta septiembre, lo que en automático imposibilitó y anuló a la primera división de aquel país, con pérdidas millonarias de por medio.

Como hemos dicho, los gobiernos son quienes llevan la voz cantante aquí, y las Federaciones están únicamente para esperar instrucciones y, una vez teniéndolas, tratar de tener un plan de acción. Esto lo comento porque al parecer en la FIFA, o al menos, en su consejo médico, la recomendación es muy parecida, pues no considera prudente retomar las diferentes competencias hasta el noveno mes del año. Si bien la determinación seguirá siendo de cada nación, es un mensaje contundente que podría poner a pensar a más de una de las ligas en el planeta si retoma su campeonato o no.

La situación contrasta bastante con la firme intención de la Liga Mx de regresar a mediados de junio, justo cuando termine su campeonato virtual. La propia FEMEXFUT sabe que no podrán tomar una decisión sobre reactivar el torneo si no hay aval de la Secretaría de Salud, pero el optimismo lo tienen.

Quizá esto sea un tema más de salud que deportivo, pero si tomamos en cuenta que en América, en Latinoamérica y en México, el brote del coronavirus se dio unas semanas después de la crisis que vive Europa, la tendencia sería volver a la calma semanas después de lo que se haga en el viejo continente. Eso me hace dudar sobre la posibilidad de reanudar el Clausura 2020 en junio, cuando ni siquiera de aquel lado del Atlántico tienen la certeza de poder hacerlo antes de cruzar la mitad del año en curso.

Entiendo la urgencia de diversas ligas en el planeta de volver a la actividad. A final de cuentas, hay pérdidas económicos que le afectan a toda la industria, en todos sus niveles. Pero no dejamos de estar atados de manos y dependiendo del comportamiento de este fatídico virus.