¿Xóchitl o Kenia?

En el Partido Acción Nacional hay dos mujeres que abiertamente han dicho que están interesadas en gobernar la ciudad de México. Las dos senadoras de representación proporcional.

Su estilo natural, auténtica, sin esconder debilidades, ha llevado a Xóchitl Gálvez a los primeros lugares en las encuestas. Sus protestas han logrado llamar la atención en Palacio Nacional. Ella ha exigido sin éxito derecho de réplica para responder a críticas. Sabe ser estridente y escandalosa, dentro y fuera del recinto parlamentario.

Ácida al cuestionar a servidores públicos; experta en crear escenografías y llevarlas a sesiones plenarias, como la maqueta de la casa gris atribuida a uno de los hijos del presidente, así como en colgar mantas de protesta en el recinto legislativo y otros lugares.

Llegó al extremo de encadenarse en el salón de sesiones del antiguo inmueble de Xicoténcatl, en la silla que corresponde al presidente de la mesa directiva, para impedir que ahí se reuniera la mayoría legislativa. Al edificio arribó en su bicicleta, en medio del congestionamiento cotidiano.

No rehúye preguntas ni temas, por delicados que sean, aun cuando involucren a familiares, como el caso de su hermana Jacqueline, acusada de participar en actos delictivos. Sería la principal debilidad en su expediente, de la que no es culpable pero que sus detractores utilizarían para atacarla. Difícilmente le restaría votos en una ciudad donde los electores se caracterizan por el voto razonado, que distingue la crítica seria y hace a un lado la campaña sucia.

Hay señales de que no tiene la simpatía de la dirigencia de su partido. No la incluyeron en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, órgano que funciona en los recesos del Senado y la Cámara de Diputados, que sirve de aparador en competencias políticas.

Tiene estudios de ingeniería en computación, egresada de la UNAM. Ha sido titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, jefa delegacional en Miguel Hidalgo en la Ciudad de México y candidata al gobierno de Hidalgo en 2010 con el apoyo del PAN, PRD, PT y Convergencia.

Su compañera Kenia López Rabadán también egresada de la UNAM, abogada; con maestría en gobierno y políticas públicas por la Universidad Panamericana; doctora en administración pública por el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Consejera nacional panista e integrante de la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional.

La dirigencia de su partido la promueve como aspirante. Ha sido diputada local, diputada constituyente y diputada federal. Su lenguaje legislativo se significa por ser incisivo y no duda el alzar la voz al funcionario que sea, si lo considera necesario. Forma parte de la Comisión Permanente, que le permitirá tribuna en los meses del receso legislativo.

Además, desde que empezó a manejarse su nombre para competir por la candidatura al gobierno de la ciudad, cada lunes, vía zoom, ofrece a medios lo que bautizó como “Contramañanera”, donde aborda sus propios temas y abre espacio para preguntas que interesen a periodistas.

Sin duda, Xóchitl y Kenia son las principales mujeres del partido azul para competir por la candidatura de la oposición en la CDMX. Hasta ahora la primera lleva la delantera en las encuestas.

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