COVID 19: López vs López

¿Tiene el Dr. Hugo López Gatell las credenciales necesarias para estar al frente de las acciones del Ejecutivo federal aun por encima del propio titular de la Secretaría de Salud? Por lo menos a nivel curricular, parece que sí: Es médico cirujano con especialidad en medicina interna por la UNAM, maestro en Ciencias Médicas y doctor en Epidemiología; fue director de Innovación en Vigilancia y Control de Enfermedades Infecciosas del CISEI, director de Encuestas Nacionales de Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública y también desempeñó el cargo de director general de Epidemiología y Punto Nacional Focal para el Reglamento Sanitario Internacional.

¿Entonces por qué tanta polémica con el Dr. López-Gatell? Pues porque, de manera paradójica, el presidente López Obrador lo puso en una posición donde cada día es un riesgo de encontronazo entre los dos López y el médico López tiene que reinventarse en vocero, político y saltimbanqui para quedar bien con el López Presidente aunque en eso se le vaya su prestigio como médico.

Partamos de dos observaciones obvias. La primera, el presidente López Obrador se mueve más por convicciones místicas, por no decir pre modernas, que no necesitan de información estadística ni de comprobaciones para sostenerse, por lo que no es muy difícil entender por qué le da “repele” la tecnocracia y, según se ha visto por las decisiones que ha tomado con el Conacyt, tampoco le entusiasma mucho la ciencia. Sin embargo, el médico López-Gatell es un tecnócrata en toda la extensión de la palabra el cual, por si faltara algo, tiene formación científica.

Por esta razón, todos los días el médico López tiene que hacer malabares discursivos para encabezar una cruzada eminentemente científica, como es tratar de evitar la propagación del Covid-19 y el colapso del de por sí maltrecho sistema de Salud, sin que el Presidente López lo sienta demasiado neoliberal, fifi, conservador o el adjetivo descalificador que corresponda.

La otra observación es que la misma animadversión del presidente López contra la técnica y la ciencia, lo hacen un paciente muy difícil. Incrédulo ante razonamientos técnicos ya sea en economía, administración pública o, en este caso, epidemiología y medicina clínica, que no puede o no quiere entender, prefiere irse por remedios místicos y desatender las recomendaciones que tanto la Organización Mundial de la Salud como su propio Subsecretario y especialista, el médico López, hacen a la población en general.

La disyuntiva para López-Gatell era renunciar, hacer el ridículo con tal de seguir dentro de Gobierno para tratar de impulsar las mejores decisiones posibles o, de plano, enloquecer y formar parte del desfile del Rey desnudo. Quiero pensar que optó por la segunda.

Lo que es un hecho es que en el enfrentamiento de López vs. López quien más pierde es México. Cuando salgamos de impasse del Covid-19 seremos testigos de que nuestra respuesta ante la crisis, lejos de ganarnos un lugar entre los países que lideraron a la comunidad en la pandemia, únicamente profundizó la crisis de confianza que tiene a México sin inversión y sin crecimiento económico y al Gobierno sin margen de maniobra.

Que el dueño del Porvenir, allá en Tamaulipas, nos mande tréboles de cuatro hojas a 120 millones de mexicanos…