Combate a la corrupción

Así, refiere que algunos países mostraron resiliencia, mientras que otros, incluidos los dos más grandes de la región: México y Brasil, sufrieron nuevos reveses en instituciones claves y en el entorno anticorrupción en su conjunto.

Entre las conclusiones a las que arribó el Índice, puede apreciarse que Uruguay fue el país con mejor rendimiento por tercer año consecutivo y Costa Rica y Chile se mantuvieron en los tres primeros lugares, como lo han hecho desde 2020.

El Índice también refiere que Guatemala experimentó el mayor descenso en la medición, y Uruguay, Argentina, Brasil y México también registraron retrocesos y, con excepción de Uruguay, las puntuaciones de estos han disminuido cada año desde que se publicó el Índice por primera vez.

En el Ranking, México aparece en el lugar 12 de 15, Uruguay en el 1, y Venezuela en el 15. En el análisis, se establece que México cayó del puesto número 11 al 12, y su puntuación global continuó con una trayectoria descendente de casi un 5% en 2022, y un 13% desde 2019.

De conformidad con este informe, nuestro país experimentó retrocesos en todas las categorías, pero el más pronunciado se produjo en la democracia e instituciones políticas. En esa categoría, dice que México tuvo una fuerte caída en la variable que evalúa los procesos legislativos y de gobierno, lo cual, según el reporte, refleja los esfuerzos percibidos por parte del poder ejecutivo para interferir en los asuntos legislativos y judiciales, aspecto que no es compartido por las instancias gubernamentales, las cuales han expresado su rechazo a dicha afirmación.

Por otra parte, según datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2021, la tasa de población que tuvo contacto con algún servidor público y experimentó al menos un acto de corrupción fue de 14,701 por cada 100,000 habitantes a nivel nacional; y las entidades con mayor tasa de prevalencia de corrupción por cada 100,000 habitantes son: Quintana Roo, Puebla, Baja California y Durango, lo cual indica que aún hay mucho por hacer.

Pero con independencia de lo anterior, lo cierto es que el combate a la corrupción es responsabilidad de todas y todos, y debe empezar por nuestra propia casa, porque es bien sabido que “la educación se mama” y “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, o lo que es lo mismo, para que exista la corrupción se necesitan dos personas, una que ofrezca y otra que reciba. ¿A poco no?

Plancha de quite: “Si no tenemos policías, jueces, abogados, fiscales, honestos, valerosos y eficientes; si se rinden al crimen y a la corrupción, están condenando al país a la ignominia más desesperante y atroz.” Javier Sicilia.