Cuándo volveremos a la vida cotidiana

El 2020 lo cerramos con la noticia de la llegada de las vacunas. Esperanza renovada para retomar nuestras vidas cotidianas. Entonces, empezamos a hablar de porcentajes de población vacunada para alcanzar inmunidad de rebaño y a hacer cuentas alegres.

Los científicos han hecho saber que, para alcanzar la anhelada inmunidad, entre el 60 y 70 por ciento de la población tendría que ser inmune al SARS-COV2. Diciembre, marcó el inicio de la carrera para vacunar a la población de cada país. Una pandemia, por definición, es un asunto global. Si un país no alcanza la inmunidad necesaria, el virus puede afianzarse en ese sitio, ser exportado a otras regiones y, exponnernos a un resurgimiento internacional.

De igual forma, el mundo se encuentra a la expectativa de que las mutaciones del coronavirus no se descontrolen, aumentando el riesgo de que la lista de vacunas autorizadas, no cubra eficazmente nuevas cepas. En este momento en el que el mundo tiene seis posibles opciones aprobadas, los expertos epidemiólogos consideran que la normalidad, tal como la conocimos, llegará sólo cuando al menos el 75 por ciento de la gente esté vacunada.

Y entonces empezamos de nuevo a sacar cuentas, pero esta vez, considerando otras variables en el análisis. La empresa Bloomberg diseñó una calculadora, la Vaccine Tracker, es básicamente la base de datos más grande de inyecciones administradas contra Covid-19 en todo el mundo. Este software proporciona datos en tiempo real sobre las jornadas de vacunación y realiza estimados sobre las tasas de vacunación actuales.

Con más de 138 millones de dosis administradas en 73 países, Vaccine Tracker, calcula 6.5 años para cubrir al 75 por ciento de la población. Es evidente que, con el inicio de la campaña de vacunación global, los países han enfrentado un acceso desigual a las vacunas, así como diversos grados de eficiencia en los procesos, La tasa de vacunación en Israel eclipsa a los esfuerzos de otras naciones, con 63.8 dosis administradas por cada 100 personas; mientras que, en el otro extremo, hay países que ni siquiera han hecho sus primeros intentos. Los tiempos calculados, varían día a día, es sólo un dato que no debe ser tomado con amarillismo, pero sí resulta un termómetro eficiente sobre los avances.

Uno de los mayores retos logísticos que enfrentará la humanidad será la entrega de miles de millones de vacunas para detener la propagación del Covid-19. Muchos y diferentes escenarios pueden presentarse cada día y, la única manera de atravesarlos de la mejor forma posible, será la de flexibilidad y capacidad de adaptación.

Aferrarse a ideas que no se traducen en resultados exitosos, es el estandarte de quienes se encuentran al mando del control de la pandemia en nuestro país. Ningún resultado científicamente comprobado les resulta suficiente. Lo vimos claramente en la reaparición del presidente tras haberse recuperado del Covid cuando un reportero le preguntó si, ahora sí usaría el cubrebocas. Su respuesta fue contundente: ¡NO!