El “criptoinvierno” va para largo

*FTX ha colapsado, dejando tras de sí pérdidas multimillonarias todavía incalculables y un gran desprestigio para el volátil criptomercado

Antonio Sandoval

FTX, el tercer 'exchange' de criptomonedas del mundo, es decir la tercera mayor plataforma de compra-venta de estos activos en el mundo, ha quebrado.

La plataforma estaba valorada en 32,000 millones de dólares aunque poco a poco su valoración se iba deteriorando, al final no pudo evitar el colapso después de que Binance retirara un acuerdo para comprarla.

De este modo, el bitcoin y el resto de criptomonedas reciben uno de los golpes más duros de los últimos años. Ahora la incertidumbre en el mercado es evidente porque no se sabe lo que pasará con Binance y Coinbase, los otros dos grandes 'exchange' de criptos, en los que ahora se teme un efecto contagio.

Si usted piensa que en su vida ha perdido mucho dinero por diferentes causas, incluyendo inversiones, lea lo siguiente.

El fundador, dueño y hasta el viernes director general de FTX, Sam Bankman-Fried amaneció el lunes pasado 7 de noviembre con una fortuna calculada en 16 mil millones de dólares, el colapso de su “exchange” provocó que al cierre de la semana, el 11 de noviembre, su fortuna fuera de cero.

Este fue el efecto inmediato de la monumental quiebra, pero hay cifras que han puesto a temblar a los criptomercados, entre ellos por ejemplo el hecho de que la plataformacontaba hasta el día del colapso con poco más de 5 millones de usuarios activos, lo que hace predecir un gran golpe monetaria de miles de millones de dólares más.

Según The Wall Street Journal, FTX necesitaba solamente en las primeras horas previas a la bancarrota cerca de 8,000 millones dólares solo para cubrir solicitudes de retirada.

Especialistas en el mercado advierten que la caída puede provocar un "riesgo de liquidez sistémico" que afecte a todo el ecosistema cripto, eso podría incluir desde otros 'exchanges' a las criptomonedas mismas o incluso otro tipo de activos digitales como los NFTs.

Por ejemplo, el precio del bitcoin cayó más de 1,000 dólares sólo en los minutos posteriores a conocerse la noticia, acercándose al piso de 15,000 dólares, se espera que la moneda mantenga su racha bajista por un tiempo impredecible.

La bancarrota era inevitable, hoy se conocen detalles que así lo indican. La semana pasada de hecho inició con los rumores sobre la salud financiera de la empresa y su dependencia de otra compañía, Alameda Research, propiedad también de Sam Bankman-Fried.

El temor era que en el fondo el imperio del dueño de FTX estuviera más bien sustentado en una especie de “esquema ponzi”, al final los temores fueron ciertos.

El rey del sector, el CEO de Binance, Changpeng Zhao, fue el primero que, en gran parte de forma interesada, afirmó que no se fiaba de las cuentas de FTX y que retiraba su inversión.

Resultó que un poco antes de la quiebra Binance había anunciado un acuerdo de compra para, horas después, retirarlo 'in extremis' luego de investigar a fondo en los balances de la empresa.

Fue así como la retirada de fondos y el pánico no hizo más que dispararse hasta las primeras horas del viernes, cuando Bankman-Fried no tuvo más remedio que declarar la bancarrota, que seguramente pasará a la historia del mercado.

Como señalamos, se teme un “efecto contagio” en el mercado, sobre todo para los dos grandes del mercado: Binance y Coinbase; quizás los temores son exagerados por el momento, pero deberá pasar mucho tiempo antes de que el mercado retome la confianza.

En general, desde hace aproximadamente un año el mercado de criptoactivos no pasa por su mejor momento, desde que el bitcoin alcanzó el techo de 65 mil dólares y desde entonces se ha derrumbado, la caída acumulada hasta el momento supera ligeramente el nivel de 70 por ciento.

A esta crisis se la ha llamado la del “criptoinvierno”, y parece que mucho más de lo previsto, es desplome de FTX y las dudas sobre la viabilidad de las otras dos grandes plataformas, podrían “prolongar” este fenómeno.

Para el mundo financiero real, por el momento la crisis parece no ser un factor de preocupación, porque se supone que hasta el momento no hay conductos que conecten a ambos mercados y pudieran registrarse potenciales contagios. Por el momento.