Erase un avión sin pasajeros

Ver el aterrizaje de un avión comercial en el aeropuerto de Santa Lucía me ubicó en el tipo de espectáculos que los gobernantes en turno siempre nos han dado a los ciudadanos: obras inconclusas que con “bombo y platillo” inauguran para generar la percepción de que todo marcha bien, a tiempo y con éxito, en especial si estamos en un año que electoralmente puede redituarles votos.

¿Por qué habría de ser diferente en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador? Inaugurar un aeropuerto que solo lleva el 50 por ciento de avance es reírse de la buena voluntad de los mexicanos que creen en la llamada Cuarta Transformación.

Veamos. El primer mandatario con apenas cuatro días de haber sido dado de alta por Covid-19 se mueve de un lado a otro como si nunca se hubiera contagiado de este virus que tiene en profundo dolor a más de ciento setenta mil familias que han sufrido la perdida de algún familiar. Y lo primero que hace es ir a Santa Lucía a inaugurar un aeropuerto que no esta terminado, ¿no era este tipo de acciones las criticadas por la izquierda mexicana cuando gobernaba el PAN o el PRI?

Claro, como decía líneas arriba, el gobierno federal necesita ofrecerle al pueblo algo que los haga creer en que las promesas se cumplen, pues de ello dependerá que el partido Morena conserve la mayoría en la Cámara de Diputados y el presidente pueda seguir haciendo reformas sin obstáculos enfrente.

Fue muy caricaturesco observar como de pronto aparece en el cielo un avión comercial sin pasajeros, mientras los presentes en el evento de inauguración aplaudían a rabiar y vitoreaban el logro de haber concretado un aeropuerto en los terrenos de Santa Lucía donde hay un cerro que sigue de pie.

Quizá para los cientos de miles de mexicanos que por su situación económica no pueden viajar en avión este sea un acontecimiento grandioso de la Cuarta Transformación, y al igual que como sucede en el aeropuerto de la Ciudad de México se conformen con acercarse a la malla para ver el aterrizaje de un avión sin pasajeros en plena inauguración.

Y como las benditas redes sociales aun son libres, los internautas se encargaron de tomar fotografías y videos de la pista del aeropuerto construido por el Ejército dejando ver un desolador espectáculo: varios kilómetros sin pavimentar y el terregal que como tornado seguramente empolvó la ropa y zapatos de los invitados a este gran evento aeronáutico.

Se identificó, también, que para concretar el espectáculo de inauguración tanto el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México como el de Toluca pararon sus movimientos para que el avión comercial sin pasajeros pudiera llegar a Santa Lucía.

Lo criticable, desde mi punto de vista, es inaugurar una obra que apenas lleva la mitad en su avance y recetarnos los mismos espectáculos del pasado.