Es un irresponsable

El candidato presidente Donald Trump no quiere irse de la Casa Blanca, lo ha expresado en repetidas ocasiones incluso ha anunciado que se cometerá un fraude en su contra (sin prueba alguna), pero sólo habían sido palabras, su salida del hospital militar donde era atendido al dar positivo al Covid-19 es una clara muestra de la desesperación al verse abajo en las encuestas frente a su opositor, Joe Biden.

Pero más allá de la angustia, temor o hasta miedo de Trump y los republicanos por ver que se vuelve a abrir la diferencia de votantes en favor del demócrata Biden, lo del lunes es una locura, es un hombre enfermo que está en el grupo vulnerable por su edad y sobre peso, pero además de ser un “contagiador” en potencia, vuelve a dar un mensaje equivoco a los millones de estadunidenses que lo ven como ejemplo.

Las encuestas más recientes dan un margen de 16 puntos a favor de Biden, el debate en algo lo ayudo, pero de nueva cuenta el manejo errático de como actuar ante el contagio del mortal virus, le pasa factura.

Como es común en el inquilino de la Casa Blanca, la confusión, la falta de claridad y el querer mostrar e imponer su voluntad, han generado un caos no sólo en el interior de la residencia oficial sino en el gobierno, en el país e incluso más allá de las fronteras.

Los protocolos de actuación para los diversos grupos de trabajadores en el mil 600 de la Av. Pensilvania en Washington DC, no son claros, pero no de ahora sino desde meses atrás, los contagios por el Covid-19 se han presentado frecuentemente y ahora con un portador en plena etapa de contagio como lo es Trump, las medidas parecen pocas por muy estrictas que sean.

La Casa Blanca está convertida en estos días en un lugar de alto riesgo, el Coronavirus se ha apoderado de ella, las medidas de limpiezas y desinfección no han dado resultado pero peor aún, portadores en etapa de contagio la habitan. En lugar de un hervidero de actividad preelectoral, el ala oeste se ha convertido en un caldo de cultivo para el contagio viral. Al menos 11 de los asesores o aliados del presidente han contraído el virus o en el caso de su hija Ivanka están trabajando desde casa. Suites enteras de oficinas están vacías, mientras los asesores de Trump trabajan para aislarlo en la residencia y fuera del ala oeste.

Donald Trump parece no cambiar, el mismo lunes por la noche grabó un mensaje: “Regresaremos, regresaremos al trabajo, estaremos al frente como su líder, tenía que hacer eso, sabía que había peligro, pero tenía que hacerlo”.