FINALMENTE, LA CORRUPCIÓN SE IMPUSO

Ramón González Barbet

ramongonzalezbarbet@hotmail.com

El pasado 7 de octubre se realizó el Proceso Electoral de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), que concluyó imponiendo como Presidente a José Antonio Salcedo López, para el periodo 2021-2024.

Desde que iniciaron las Campañas de Proselitismo, fue notoria la improvisación del candidato Antonio Salcedo, donde no tenía ni idea de las necesidades de esta disciplina como deporte federado y mucho menos de los Estatutos que rigen a esta Federación, al proponer e implantar actualizaciones que ya estaban instaladas y funcionando, o también como querer nombrar varios puestos de su Consejo Directivo con elementos que no cumplían las condiciones requeridas, y así se fue Toño Salcedo llegó a la Presidencia de la FMCH sin hacer campaña, primero porque dijo que no era necesario y después por la pandemia, yendo solo a los Estados mas importantes por el número de Asociaciones, teniendo una campaña sin una sola propuesta importante que tuviera el firme propósito de hacer crecer a la charrería organizada y mucho menos para darle su lugar a la mujer en este deporte.

Esta situación marcó una gran diferencia con la Campaña de Ricardo Zermeño Barba, quien presentó una infinidad de propuestas en el ámbito administrativo, cultural, social histórico y deportivo, Campaña que fue costeada por él mismo, teniendo la característica de ser inmensamente incluyente con toda la Charrería Federada, tomando muy en cuenta y en forma muy especial a la mujer, a los jóvenes, a las niñas y niños, quienes participan en las diferentes categorías, sin dejar a un lado a los charros mayores y a la Paracharrería, pero algo que le dio vida a este trabajo, fue el grupo de jóvenes que se unió a estas propuestas y que estaban dispuestos a trabajar para impulsar a este nuestro Deporte Nacional.

Su Campaña trascendió con una comunicación inédita en los medios Nacionales e Internacionales, proyectando una visión y una presencia en la Cámara de Senadores, buscando acrecentar un impulso para la charrería como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.

Toda esta propuesta de Ricardo Zermeño se fue al caño, ya que todo estaba previsto para hacer la compra del voto, compra descarada y abierta, tanto en México como en la Unión Americana, pero ¿Dónde quedaron los sueños de las mujeres, de los jóvenes y de los niños que tanto trabajaron para impulsar este proyecto?

Finalmente, ganó la corrupción instalada y protegida por los patrones de Salcedo López y aprovechada por el mismo Toño, no dejando duda en que fue mayor que la honestidad, la honorabilidad y gallardía del Traje de Charro, quedando muy claro que para ser candidato y Presidente a esta Institución, primero hay que pedir la protección, el apadrinamiento y la bendición del Señor de Querétaro, quien en el proceso final, aventó remolques, dólares, billetes, chalecos, etc. etc. y todo lo que se pudo para asegurar la administración de la FMCH, testimonios que estaremos dando a conocer.

Desafortunadamente un buen porcentaje de la charrería federada prefirió vender su voluntad a un grupo escaso de 30 personas, quienes con el poder de la billetera compraron la elección.

Ricardo Zermeño hizo un trabajo digno, decente y honorable, que no se compra con nada, así que esto quedará para el registro y para la historia, donde un hombre de a caballo y de principios, ganó la confianza y el voto de gente que de verdad ama a la charrería.