Hellbound: Hacia el infierno

Columnas jueves 09 de diciembre de 2021 -

Sino estoy equivocado fue el humanista holandés Ignacio de Róterdam quien manejaba la idea de que las doctrinas religiosas eran significativas más no fundamentales para considerase un buen cristiano, según Róterdam, el verdadero cristiano era aquel que a pesar de saber que no alcanzará su ascenso al paraíso o en caso de que este no existiera y se fuera consciente de ello, obtará por seguir el camino de la bondad y del bien común.

La idea del pecado y por ende del bien y del mal como fuente única de juzgamiento para la humanidad, es el tema principal de una de las últimas series de Netfix.

Del director Yeon Sang-ho, quien se hizo reconocido mundialmente por el filme Estación Zombie, decide adaptar el comic llamado The Hellbound, que cuenta la historia de un mundo en donde la ira de dios (aparentemente) se desata contra la humanidad, avisándole a cada persona la fecha exacta de su muerte, la cual es inevitable y materializada por tres seres gigantes violentos que aparecen parea demoler a la persona que corresponde. Como es de esperarse la histeria se desata.

Es en Corea donde se da uno de los primeros avisos y a los cuales un grupo de abogados y de medios de comunicación deciden televisarlo; la mujer a la que se le ha hecho la premonición de su muerte, se le tilda de pecadora y es sojuzgada por la mayoría de los presentes. El día marcado para su muerte es por demás sangriento y violento.

Lo que sucede durante los seis capítulos de esta serie es un enmarañado de thriller, acción y eventos paranormales revestido de aspectos filosóficos, clericales y sectarios que nunca cuajan del todo debido a que por momentos la trama es lenta, o da saltos en el tiempo tremendos evitando que el espectador le tome aprecio a algún personaje, pero sobre todo porque a pesar de la importancia que se da la historia los huecos hacen que no disfrutemos del todo lo que se nos muestra, amen de los efectos especiales que son por demás deplorables.

De no ser por esos huecos argumentales horrorosos, la serie habría sido más redonda y por ende más disfrutable y había logrado lo que se proponía: hacer pensar al espectador y cuestionarse su actuar en su vida diaria, privada y en redes sociales, a las cuales se les da un pecio importante y especial en Hellbound.

Sin duda es un producto interesante que vale la pena ver, pero en lo personal yo no podía evitar pensar en donde estaban los jerarcas de las iglesias o países, las organizaciones cívicas, y políticas del mundo, sin ignorar que el final de la serie deja más dudas que respuestas