Infancia en riesgo

Una Ciudad no es de derechos ni de vanguardia si se aniquilan las estancias infantiles, si se cancelan programas como el de niños talentos o las cifras de pobreza aumentan, si las niñas víctimas de abuso sexual o secuestro incrementan o si se reduce el acceso a la educación.

Ni el ejecutivo ni el legislativo en esta primera legislatura han emprendido una acción contundente para darle voz a quienes no la tienen, para maximizar los derechos para los menores, quizá porque no votan y no están en las agendas partidistas.

La agenda de la mayoría en el Congreso local se reduce en las llamadas infancias trans, esa propuesta que busca que niños y niñas —más bien bebés— de 2 años incluso, puedan cambiar de género en su acta de nacimiento sin intervención de un juez familiar, sin dictámenes de expertos y llegando al extremo de que sea sin autorización de ambos padres. Por un lado, el oficialismo morenista asevera que los menores pueden elegir libremente su género y cambiarlo, pero por otro lado les quieren prohibir que compren dulces o refrescos. De ese tamaño la agenda legislativa.

En contraste, desde la bancada panista hemos propuesto una serie de reformas pro niñez que han sido congeladas: la Ley de educación inicial para encontrar una alternativa a las estancias infantiles; cero tolerancia a pederastas y por tanto, que delitos sexuales contra infantes nunca prescriban (propuesta replicada por la Jefa de Gobierno en otra iniciativa); que los ministerios públicos reciban la denuncia y activen la alerta de menores desaparecidos, sin que necesariamente pasen 72 horas como hoy se exige; vales de medicinas y vacunas para niñas y niños si en el hospital no se cuenta con ello; que no pierdan vigencia las actas de nacimiento para que no se pida una nueva en cada ciclo escolar; o por ejemplo, en caso de divorcio que un menor de 12 años pueda quedarse con el padre si es lo mejor para el menor.

A pesar de la inactividad de la mayoría y rezago en el dictamen de propuestas que benefician a las niñas y niños, se aprobó la propuesta del PAN de instalar cámaras de video vigilancia conectadas al C5 afuera de todas las escuelas públicas o privadas para proteger a niñas, niños y adolescentes de secuestros o abusos sexuales como el lamentable caso de la pequeña Fátima.

Lo más preciado de nuestras familias, nuestros hijos e hijas, los pequeños de esta Ciudad deben ser protegidos en todos sus ámbitos. Es momento de que el Legislativo actúe, pues lamentablemente, hoy tenemos una infancia en riesgo.