Iztacalco fue testigo

En efecto, ese marco sirvió para refrendar los alcances potencialmente nutridos que ha tenido Monreal, incluso ese patrón se ha manifestado en las propias encuestas de opinión donde el zacatecano avanzó significativamente en la carrera presidencial.

Por ello, Iztacalco fue testigo de un hecho sin precedentes en el proceso previo sucesorio. La movilización que convoca la presencia de Ricardo Monreal ha ido cobrando mayor interés desde que el presidente reconoció su aspiración legítima presidencial. Eso favoreció y Monreal, en ese sentido, está alcanzando niveles de aprobación muy importantes que se notan en el propio entorno social. Fue el caso de este fin de semana donde una multitud cobijó al zacatecano en la alcaldía Iztacalco.

Ante esa multitud, Ricardo Monreal refrendó su amor por México. Para ello, dijo que “necesitamos tener mejores empleos, mejores servicios; necesitamos construir una etapa nueva en nuestro país, que le permita a la gente confiar y recuperar o confirmar la esperanza en el proceso de transformación que vivimos en el 2018”.

“Soy el más preparado de todos, soy maestro universitario, soy de origen campesino, soy el que tiene más experiencia política acumulada y por eso tengo amor por México”

Y, con una proclama emotiva, Ricardo Monreal habló de muchos temas trascendentales. Profundizar las políticas públicas, por ejemplo, se situaron en el marco de las prioridades sin olvidar que, los mecanismos de participación interna del partido, son elementos inherentes para que la democracia participativa fluya. De hecho, ese mensaje inspiró a los asistentes a continuar ondeando la bandera de la reconciliación.

Desde esa perspectiva lanzó un emotivo discurso y, fiel a su estilo, confirmó su aspiración: “no es una ambición personal, es el amor a México y es querer construir un México más equitativo y más justo. Tengo 27 años luchando con el presidente López Obrador, desde hace 27 años venimos construyendo este movimiento. Ahora estoy en ese proceso de búsqueda de la unidad, de reconciliar al país”.

La unidad, sin duda, es una concepción ligada a Ricardo Monreal. De ese tema habló con la multitud que se concentró en un espacio de la alcaldía Iztacalco. Desde esa perspectiva, invitó a los simpatizantes a cerrar filas con el presidente Obrador en una sola definición. Por esa razón, tocó la coyuntura fundamental del proceso de transformación, y el proceso electoral que se vive, especialmente en Coahuila, donde hay que ratificar el llamado a la unidad.

A raíz de ello, aseguró que la declinación del PVEM por Guadiana Tijerina. “no es suficiente, necesitamos que el PT también lo haga, ojalá y estos cuatro días que restan del proceso electoral para realizar actos proselitistas pueda el PT dejar a un lado la aspiración personal y sumarse a la candidatura de Morena para poder lograr alzarse con la victoria en otro estado del norte del país”.

Se nota, a todas luces, el compromiso de Monreal y la forma de asumir esa responsabilidad política con el proyecto que encabeza el presidente. Él, en ese sentido, siempre ha sido un punto de cohesión; sabe perfectamente que la unidad es clave para efectos inmediatos.

Y, después de las elecciones del próximo 4 de junio, ese puede ser el hilo conductor que marque la diferencia. Monreal subió en las encuestas de opinión, al grado de posicionarse de manera competitiva. Con ese punto a su favor, y con todas las condiciones dadas para continuar creciendo en apoyo popular, la capacidad conciliadora se vuelve otra alternativa una vez que el presidente dejará la puerta abierta para que, el consenso, fuese una vía para destrabar el proceso interno en la elección del próximo abanderado de Morena.

Está comprobado que, hoy por hoy, el mejor conciliador y negociador es Ricardo Monreal. Por ello, llevar a la realidad política la candidatura de Morena es, sin duda, un hecho real que, con el paso de los días, se vuelve más tangible.

Por ello, hay razones para abrazar esa corriente de opinión positiva a favor de la causa del coordinador de los senadores de Morena, que aparece en éste mosaico de presidenciales como el aspirante más preparado, políticamente hablando. Su vasta carrera y su contribución mayúscula al país, son una combinación perfecta para mostrar que está listo para enfrentar el reto más grande de su trayectoria: la presidencia de la República.

Por cierto, Iztacalco fue testigo de que ese hecho, en menos de tres meses, puede ser una realidad cuando Monreal se convierta en el próximo candidato presidencial de Morena.