LA CONVENCION DE TRUMP

Fue un evento diferente al realizado por los demócratas la semana pasada, tanto en Charlotte (Carolina del Norte), como en Washington (D.C.), hubo presencia de delgados, seguidores y curiosos, eso sí todos tuvieron que someterse a una serie de medidas para checar que no estuvieran contagiados por el mortal virus del Covid-19, se les checó la temperatura, se les exigió el uso del cubre bocas, el gel antibacterial y que guardaran la distancia social. Las participaciones e incluso muchos de los discursos pronunciados fueron en algunos de los auditorios ya mencionados de manera presencial lo que sin duda permitió más emotividad, retroalimentación y emoción. En este espacio de conflicto entre las funciones que tiene el presidente y las del candidato de un partido político, se realizó una ceremonia de adopción de la ciudadanía y tanto al inicio como al final, Donald Trump fue presentado como presidente, pero se transmitió como apoyo a las actividades del candidato republicano.

Y bueno mención por separado merece que no sólo el candidato-presidente Trump realiza actividades altamente cuestionadas y que las ubican incluso en el terreno de la ilegalidad como en el que se ubicó el secretario de Estado, Mike Pompeo, al pronunciar un discurso de apoyo al candidato de un partido en medio de su gira por el Medio Oriente, ya conoceremos que dicen los estudiosos de las leyes.

Esta reunión republicana se ha visto minada por acciones externas que han impactado directamente en su figura principal, en su candidatura a la presidencia. La detención de uno de sus asesores principales el viernes pasado, Steve Bannon, acusado de fraude y lavado de dinero. El domingo horas antes del inicio de los trabajos las declaraciones de, Mary Anne Trump, publicadas por el periódico Washington Post donde expresó que “su hermano es un hombre que no tiene principios” y la amplia difusión el lunes de un video de abuso de autoridad de tres elementos de la policía de Wisconsin tras dispararle por la espalda a Jacob Blake, frente a sus tres hijos, una situación más que encendió nuevamente la flama del racismo.

El culto a la persona de Donald Trump claro, fue el sello de la Convención Nacional Republicana.