LAS EMBLEMÁTICAS PENSIONES FRANCESas III

En seguimiento a este tema de altísima relevancia para el presente y futuro pensionario y social nacional e internacional, debemos anotar que como respuesta al decreto, bajo el artículo 49.3 de la Constitución francesa promovido por el Presidente Macron, lo que se hizo el pasado 16 de marzo, evadiendo el voto de los Diputados y que se debe destacar que es desaprobado por 2 de cada 3 franceses; los trabajadores, sindicatos, académicos, organizaciones de la sociedad civil y no gubernamentales, es decir, la sociedad en su conjunto, echaron a andar la serie de acciones acordadas, mismas que ya mencionamos al final de la entrega anterior, consistentes en la promoción de una moción de censura, la programación de una huelga general para el 23 de marzo, complementada por una gran movilización social en el país, ya que se considera que la aprobación de un plan de ese talante a través de un decreto representa el fin de la vida democrática en Francia.

En relación con la moción de censura, la cual para tener éxito debía alcanzar la mayoría absoluta de 289 votos parlamentarios, ésta fue promovida en 2 ocasiones, en el primer caso por un reducido grupo centrista, con el apoyo de una coalición de izquierda, recibiendo 278 votos en la Asamblea Nacional, es decir, el resultado fue muy cerrado pero no alcanzó los 289 necesarios, de un total de 577, mientras que la otra moción promovida sólo alcanzó 94 votos, por lo que al no conseguirse los votos suficientes, se dio por aprobado el proyecto de ley de pensiones, agudizando el descontento y protesta social, al grado de que algunos legisladores de izquierda pidieron la renuncia de la Primera Ministra Elisabeth Borne; no obstante, Macron declaró ese día que por ningún motivo permitiría la realización de un referendo para consultar a la ciudadanía, lo que aumentó la pérdida de legitimidad y aprobación de su gobierno.

En cuanto a la huelga general y movilización nacional no podemos dejar de lado los antecedentes, ya que se han dado 6 o 7 movimientos a últimas fechas, pero sobre todo el del pasado 7 de marzo en el que 2 millones de personas salieron a las calles en la mayor protesta en contra de una reforma social en al menos 30 años, paralizando diversos sectores de la economía.

El 23 de marzo del presente año, en cabal cumplimiento de lo acordado por los sindicatos y las organizaciones sociales francesas, aumentando la tensión provocada por la reforma pensionaria y el propio esquema utilizado para su aprobación, más de 3 millones y medio de personas salieron a las calles a manifestar su inconformidad, según lo dicho por la Confederación General de los Trabajadores (CGT), siendo la más grande de las movilizaciones desde el anuncio de la reforma en el mes de enero, generándose enfrentamientos entre manifestantes y policías en diversas ciudades.

Siendo un éxito rotundo la huelga, debido a que lograron paralizar el país en muy buena medida, sobre todo en transporte público, aeropuertos, trenes, escuelas, refinerías y sector público, entre otros; así también, tomando como base el éxito obtenido durante la jornada se acordó continuar con las protestas, aprovechando la visita del Rey Carlos III a Francia, en la que los sindicatos del sector público orientarían a sus agremiados a no participar en los trabajos preparatorios y en el transcurso de la visita.

A fines del mes de marzo el Presidente Macron anunció que en abril realizaría una serie de visitas a diferentes ciudades del país, con el objetivo de buscar un acercamiento con la población y quitar presión a la situación social generada, sin embargo esto no se dio como lo tenía planeado, ya que a donde acudía se presentaban protestas que hacían necesaria la intervención de la fuerza pública, provocándose disturbios.

Mientras tanto, ante nuevas movilizaciones programadas para el 28 de marzo, la Primera Ministra Elisabeth Borne ofrecía diálogo a los sindicatos pero con la condicionante de que no fuera incluido en la agenda el tema pensionario, ante lo que los sindicatos en una postura homogénea manifestaron que las pláticas sólo eran posibles si se dejaba de lado la reforma de pensiones, para volver a discutir sobre trabajo y pensiones.

El 28 de marzo se llevó a cabo otra movilización en la que participaron, según los sindicatos alrededor de 2 millones de personas, marcada nuevamente por los enfrentamientos y disturbios en varias ciudades, resaltando como producto de ésta, el llamado del gobierno a una reunión la siguiente semana; cabe mencionar que dentro de los sindicatos que han mantenido una postura fuerte destaca el de los trabajadores de la limpia pública (basura), que permanecieron en huelga durante 3 semanas y han dicho que de mantenerse el gobierno en la misma postura están dispuestos a volver a movilizarse.

Ante lo anterior, Francia cerró el mes de marzo en una situación caótica, ardiendo, con una población enardecida, con las calles inundadas de basura, el gobierno en una postura irreductible, diversos sectores productivos en paros escalonados, pocas gasolinerías abiertas, pero por si eso fuera poco, a lo ya mencionado se añade una inflación de alrededor de 15.5% y con pronósticos de llegar al 25%; la gasolina y luz en precios nunca vistos.

La siguiente semana terminaremos este asunto, con sus respectivas conclusiones…….

Luis Escobar Ramos

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