La Política Mexicana: Crisis en la democracia

Cuando salió la película Las locuras del emperador y llevé a mis hijos a verla al cine, recuerdo que uno de ellos, a la hora de comentarla, expresó con seriedad y reprobación que era injusto que una persona gobernara a través de sus caprichos y que se merecía lo que había pasado. Mi otro hijo minimizó diciendo: "¿Qué te preocupa, hermano? Vivimos en México y aquí eso no sucede", rematando con un "¿verdad, papá?".

Han pasado 24 años de aquel suceso, y la respuesta elaborada y esperanzadora de que vivíamos en una democracia participativa, donde los políticos y sus partidos se ceñían a la Constitución y las leyes, se vino abajo este pasado miércoles en la madrugada, que seguramente quedará como uno de los episodios más vergonzosos cometidos por una legislatura a escasos cuatro días de haber entrado en funciones.

De nada sirvieron el paro de labores, las marchas ciudadanas y mucho menos la estudiantil; siendo ésta última la más representativa; ya que la organizaron las y los futuros líderes, políticos y gente de la vida pública, aquellos que tendrán que trabajar y lidiar con los cambios constitucionales incongruentes que una mayoría zalamera y desproporcionada ha aprobado tanto en lo general como en lo particular, sin haber cumplido con los protocolos de estudio y consulta que marca la ley, garantizando el derecho de ser oídos todos aquellos que disienten con lo establecido en la propuesta. Estamos abiertos a concertar un diálogo serio a favor de los mexicanos. Hasta el momento no se entiende cuál era la importancia o la urgencia de pasarlo tipo fast track, en qué momento se olvidó la división de poderes, las luchas tanto de la izquierda como de la derecha por democratizar este país. ¿Será que, como en la película infantil, todo se trata de darle un tributo o regalo de despedida al tlatoani del sexenio que termina?

Seguramente durante los siguientes días se presentarán mil y una hipótesis sobre lo ocurrido, donde se establecerán teorías de que fue una orden directa con la finalidad de cumplir lo solicitado por el Sr. Presidente, o peor aún, que da inicio un Maximato desde la “Chingada”, Palenque, Chiapas. Pero la verdad es mucho más dura: aquellos que deben crear, modificar y actualizar las leyes que norman la conducta de los mexicanos y sus instituciones, a tan solo unos días de haber tomado protesta y comprometerse a hacer valer y respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen, han traicionado a la patria.

Lo sucedido es grave y aplastante; deteriora no solo al Poder Judicial, que es su objetivo principal, sino de forma integral a todo el sistema de desarrollo económico y humano de los ciudadanos. La justicia estará delineada y contaminada para su ejercicio por ideologías partidistas y prejuicios de los que la aplican. Si se llega a aprobar, se iniciarán controversias no solo a nivel nacional, sino con nuestros socios comerciales, quienes verán claramente un riesgo para sus inversiones y detendrán las inversiones en proceso, buscando nuevos espacios para invertir.

México dormía la pasada madrugada del miércoles 4; los políticos de la actualidad, en su gran mayoría; creen que al pueblo lo tienen en su bolsa con prebendas y espejos falsos. Más se les olvida que estamos a unos días de la celebración del evento trágico del 2 de octubre de 1968, donde los estudiantes levantaron la voz y ofrecieron sus vidas con tal de ser escuchados y cambiar el rumbo del país. Se debe escuchar a los jóvenes que se manifestaron de forma clara el pasado domingo 1 de septiembre, estableciendo su pensar con el hashtag #NoHayFuturoSinJusticia o aquella que rezaba: “Sin justicia federal no hay justicia de verdad”.

Este primer albazo no es concluyente; falta el debate en la Cámara de Senadores, los amparos y, si nada funciona, la reacción de una presidenta electa que debe de ser congruente con su discurso y escuchar a todos, ya que, aunque haya sido solo un 36% del padrón electoral el que la llevó a la presidencia, gobernará para el 100% de los mexicanos.

Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública @JavierAgustinCo @Integridad_AC