La fan número uno

Hay diversas historias en relación al Día de las Madres, pero el futbol ha brindado algunos bastantes especiales. Tal es el caso de la sonrisa más famosa del balompié mundial, Ronaldo de Assis Moreira, conocido deportivamente como Ronaldinho, que la relación con su madre, la cual tuvo durante su carrera es una de las más inspiradoras.

La importancia que ella significaba para Ronaldinho, tenía tanto poder que el futbolista estuvo a nada de dejar el futbol en los mejores momentos de su trayectoria.

Miguelina Eloi Assis dos Santos, madre de “Dinho”, lo vio crecer con una pelota pegada al pie, pues el brasileño no encontraba diversión en ninguna otra actividad, pues el esférico siempre fue su mayor motivo para sonreír. “Dormía con su pelota y regateaba hasta al perro”, reveló la progenitora del astro hace años. Además, cuando el pequeño Ronaldinho rompía algo dentro de la casa, ella no se enojaba, le daba la libertad. “Solo le pedía que recogiera lo que rompía”, en su mayoría eran jarrones o lámparas.

La madre de Ronaldinho se convirtió en la primera persona que recibió un gol de quien fuera el mejor jugador del mundo en 2005, pues se pasó varias horas jugando con su hijo en la cochera de su casa; un niño inquieto que llevaba el balón a cualquier lugar. “Fui la primera portera que recibió un gol suyo”.

Un tensó y preocupante episodio en la vida del astro se presentó en el año de 2012. Su madre, a quien consideró “su máxima inspiración” el día que se retiró del futbol, tuvo cáncer, y eran grande la preocupación de Ronaldinho que preparó su retiro, con un firme y noble motivo, el de cuidar a su madre, pero Miguelina no se lo permitió y sacó fuerza de su sólida voluntad y superó la enfermedad.

Dinho, posteriormente llegó al Atlético Mineiro y tuvo un detalle importante para ella. “Me preguntaron qué número usaría. Yo dije que mi madre se estaba recuperando y había nacido en 1949. Por eso elegí el 49”.

Algo que pocos en el balompié mundial conocían es que todas las playeras que Ronaldinho ha usado en las finales, las tiene su madre. “Ella tiene las camisetas de todas las finales que gané”. Lo anterior hace referencia a que no hay lugar más seguro en el mundo, que las manos y los brazos de una madre.

Así ocurrió con Diego Maradona, pues su madre, Dalma Salvadora Franco, conocida también como Doña Tota, guardaba todos los trofeos y reconocimientos del Pelusa, incluido el Balón de Oro que ganó en la Copa del Mundo de México 1986. “En una ocasión se los pedí, pero ella me dijo: ‘si te los llevas, te estás llevando parte de mi vida’”, el protagonista de la Mano de Dios, nunca se los quitó.

Aprovecho este espacio para felicitar a todas las madres de México y el mundo.