La herida: 43

Nada ha marcado tanto al México reciente, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Nada ha causado tanto dolor a un pueblo, como llorar la desaparición de sus hijos sin descanso.

Nada ha causado tanta ira, como la alevosía de mentir reiteradamente desde el más alto púlpito para imponer una realidad simulada.

Nada ha manchado tanto a un régimen, como la sangre derramada entre desapariciones forzadas, fosas clandestinas, hogueras y ejecuciones sumarias.

Nada daña tanto a las instituciones democráticas, como la manipulación y el servilismo grotesco a los intereses de unos cuantos.

Nada ha indignado tanto a una comunidad internacional, como un crimen de Estado que se guarece en la violación de los derechos humanos y la confesión bajo tortura.

Nada ha sido más impune, como la complicidad y la ineptitud de funcionarios públicos que, a seis años de una de las tragedias humanas más dolorosas en la historia de México, solo apuntan a un cambio de narrativa que infiere a la próxima captura de Tomás Zerón en Israel.

Nada ha perseguido tanto el anhelo de justicia, como la dignidad de obtener certeza de cobijar a nuestros muertos.

Nada ha aportado tantos crímenes políticos en la era neoliberal, como el estado de Guerrero donde la paz es solo un ansia que se omite con el estómago vacío.

Nada ha sido igual desde Ayotzinapa: “ni perdón ni olvido”, pues “Nos quitaron tanto que nos quitaron el miedo”.

Sin lugar a dudas, 2014 es el año que transformó la lucha y la movilización social en nuestro país, algo que solo se había visto 20 años atrás con la lucha iniciada por el EZLN en 1994. Y; sin embargo, ambas heridas siguen abiertas.

Estamos a horas de rendir un homenaje más para los 43 de Ayotzinapa, seis años de impunidad y crimen. Dos gobiernos; uno marcado por la incompetencia, la reiterada corrupción y los excesos. El otro, con un cambio que propone esperanza, y que ofrece una narrativa distinta sobre lo que aconteció.

Hoy me inclino por gritar que ¡Es hora de aclarar las cuentas! ¡Es hora de exigir conciencia! ¡Es hora de levantar la voz! Es hora de gritar a la patria: ¡Ayotzinapa, vive, la lucha sigue y sigue!

Pues “la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014 no puede ser un ejemplo sobre las dificultades para acceder a la verdad” y la justicia. Nunca más.

Minucias del proyecto de presupuesto 2021

El pasado jueves 28 de mayo, justamente en estas líneas, advertimos un cambio fundamental en el modelo de comunicación política del gobierno federal, en aquel momento —a inicios de la pandemia— fue evidente que las televisoras en México recobraban su preponderancia comunicativa dando un giro a los hábitos de consumo informativo registrados en 2019; donde en el tema de la “confianza”, los lectores habituales de noticias preferían las publicaciones digitales, seguidos por las redes sociales, la televisión y la radio (In News We Trust-Teads).

Hoy, ante el proyecto de presupuesto 2021, se ratifica el privilegio del presupuesto que se destinará como parte del gasto total de comunicación del gobierno federal, que tan solo para 2019, representó el 30 por ciento de la inversión total concentrándose en TV Azteca y Televisa, #Artículo19. Ante esta nueva realidad mediática, y de cara a la elección más grande de la historia del país, no cabe duda de que las televisoras reiterarán su participación por encima de las narrativas. Y esa historia, ya la vivimos.