La reforma pendiente

En el México actual existe una gran renuencia a la transformación que desde la presidencia de la República impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la mayoría de los casos, relacionada con intereses creados. El neoliberalismo nos trajo una oligarquía que despojó a nuestro pueblo de sus principales derechos: la educación y la salud.

Durante la aplicación del modelo neoliberal, se limitaron el desarrollo de infraestructura hospitalaria pública, la atención médica para la población, y se tuvo un mínimo fomento de la educación superior para actualizar los conocimientos de los profesionales de la salud, así como de los técnicos y auxiliares de la misma, situación que ha afectado enormemente al pueblo de México y cuyas deficiencias se han notado con mayor fuerza al enfrentar la pandemia por el virus SARS COV2, COVID 19 y sus variantes.

El actual Gobierno Federal, al enfrentar la emergencia sanitaria, se ha topado con la escasez de médicos de primer contacto, pero, sobre todo, de médicos especialistas o de médicos con posgrados que les permitan tener conocimientos más profundos en las distintas ramas de la ciencia médica.

Hoy para fortalecer, facilitar y apoyar las acciones y políticas públicas impulsadas por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con el objetivo de combatir el modelo neoliberal aplicado a la profesionalización de recursos humanos en el rubro de la salud, junto con mis compañeros senadores de Morena, intentamos romper la inercia negativa y tradición funesta de tolerar corruptelas, impunidad y negocios para los grupos de poder que tanto daño le han ocasionado a nuestro país y que nos tienen sumidos en exclusivismos y prácticas monopólicas en materia de salud y de atención médica, que impiden el desarrollo nacional y que limitan la accesibilidad a mejores servicios de salud tanto públicos como privados.

La polarización del sector médico en el ámbito público, privado y social, ha sido propiciada por “dinosaurios” y “vacas sagradas” del gremio médico, que solo ven por su beneficio personal, en perjuicio de la salud de la población y del avance científico médico, como es el caso de asociaciones civiles y consejos de especialidades médicas que en nada han contribuido a fomentar la profesionalización y capacitación de médicos especialistas, ni el aumento del número de especialidades médicas, generando sólo atraso.

Las y los mexicanos no deben ser privados de atención médica especializada por culpa de asociaciones civiles, consejos de especialidades médicas y demás grupos de poder neoliberales que se adueñaron de las especialidades médicas, que han mantenido dividido y generado polarización en el gremio médico, ya que consideran a los médicos especialistas que certifican como los médicos de primera, considerando a los médicos cirujanos y médicos con maestrías y doctorados como médicos de segunda, situación que no debe continuar.

Hoy cientos de jóvenes estudiantes de la carrera de medicina, que aspiran a obtener una especialidad médica, no logran alcanzar el sueño por un perverso filtro que limita la libre profesión. Se trata de una asociación civil, que lo único que busca es generar médicos de primera y de segunda, mismos que obtendrán ganancias económicas de primera y de segunda, a capacidad de pago del aspirante.

La asociación que reconoce especialistas, restringe su acceso al mercado y al haber un menor número de médicos especialistas, el costo de una consulta para la población se duplica o triplica. La visión mercantilizada de la medicina y la educación como un negocio le ha costado nuestro país miles de vidas, esto hoy tiene que cambiar.

Es importante que tanto los senadores como los diputados de Morena estemos al pendiente de las señales que se envían desde la presidencia de la República, es muy importante estar atentos a las necesidades de la población, es urgente continuar con las reformas a la Ley General de Salud, con el fin de terminar con el modelo neoliberal que secuestró las especialidades médicas en México, nuestro país debe estar listo para enfrentar cualquier adversidad futura.