MC cambia de dueño

Cada minuto que pasa sin que reafirme Dante Delgado el liderazgo de un partido, Samuel García se apropia de Movimiento Ciudadano. El gobernador destapó al candidato a la Presidencia, lo acompaña en sus spots, lo apoya en mítines, es su anfitrión en el cierre de campaña.

Samuel García y, por lo tanto, la frivolidad, se adueñaron de Movimiento Ciudadano, hasta el grado de que tanto Dante Delgado como Álvarez Máynez parecen títeres con tenis extravagantes, sin un respaldo político sólido, ni gente que los siga, ni identidad ideológica, con ello intentan irrumpir en una política para adultos.

La propuesta de lo nuevo y lo joven, se reduce en los notables de MC como una manera de hacer las cosas con discursos diferentes pero con las mismas prácticas.

Movimiento Ciudadano no esconde su parte conservadora, cuestiona proyectos populares, niega el voto a programas, y pondera el poder en unas cuantas manos. Un partido nostálgico de lo que fue el PRI. Ese viejo PRI que ahora quiere revivir Dante Delgado a través de Samuel y Máynez, con el pretexto de que tienen menos de 40 años.

La parte olvidada es la más peligrosa en el asunto MC, encabezada por Enrique Alfaro, vinculado a la propuesta de Xóchitl Gálvez. El gobernador de Jalisco representa la tercera parte de la militancia, por lo menos, de tal suerte que, si renuncia a MC, se va la tercera parte de 384,005 afiliados, no son millones como dice Samuel, dejaría al partido sólo con 256,002 militantes, apenas con 9,732 militantes más de lo que requiere para conservar el registro.

Es decir, que, si no pierde su registro por la falta de militantes, cantidad que decidirá los acuerdos y negociaciones de Enrique Alfaro con Samuel, lo hará por la falta de votos ante la falta de candidatos fuertes o, por la vía de los tribunales. La designación de Álvarez Máynez no puede ser posible mientras haya una controversia en el tribunal electoral, sobre el tema de la selección arbitraria de candidato.

La denuncia de Indira Kempis impugna la candidatura de Máynez, destituye todo nombramiento al respecto, de tal suerte que la supuesta candidatura y fin de precampaña del ungido, carece de validez oficial. Su afiliación al PRI, luego de renunciar a MC consolida la similitud entre ese partido y el tricolor.

Samuel pareciera haber adquirido a cambio de algo, incluso de dinero, una franquicia sin valor, lo extravía, aún más, en sus delirios de grandeza. Qué mejor manera de lavar dinero que adquiriendo un partido político en tiempos electorales.

En manos de Dante Delgado, Movimiento Ciudadano tenía las horas contadas; en manos de Samuel García tiene las horas contadas. Agoniza un partido que hace un par de meses peleaba por el segundo lugar electoral, ahora está agonizante.