MENOTTI EN MÉXICO

César Luis Menotti, en esta ocasión no podía ser de otra manera. Para quienes amamos en serio el Futbol la figura del DT argentino es fundamental si acaso queremos entender la verdadera esencia del deporte más popular del mundo.

Hasta antes de 1978 las participaciones de la selección argentina en los mundiales de futbol resultaron no sólo modestas sino aún mediocres, pues no llegó más allá de la segunda ronda. Fue gracias al Flaco Menotti y su trabajo riguroso, eficaz y revolucionario, que se obtuvo el primer mundial para el país sudamericano. Desde entonces la camiseta albiceleste posee un gran prestigio y se le respeta en todas partes. En cada mundial Argentina debe ser tomada en cuenta como uno de los favoritos para obtener el título, menos de eso será considerado como un fracaso. Claramente Menotti significó un antes y un después.

A finales de los años ochenta en México se vivió un periodo convulso y turbulento, derivado del tristemente célebre escándalo de “los cachirules”, que le costó a nuestro país su participación en el mundial de Italia 1990, tema interesante que podríamos tratar más en detalle posteriormente. De forma inesperada, a contracorriente de la televisora de Chapultepec, llegaron a dirigir la Femexfut y la rama de la Primera División, entre 1990 y 1993, Emilio Maurer, presidente del Puebla y Francisco Ibarra García de Quevedo, presidente del Atlas, dos personajes visionarios y trabajadores que lo primero que hicieron fue contratar, para dirigir a la selección precisamente a César Luis Menotti, quien estuvo al frente entre 1991 y 1992. También gestionaron y lograron la participación de México en la Copa América y dieron los primeros pasos para jugar la Copa Libertadores.

Al igual que años atrás en su país, el plan del Flaco fue, ni más ni menos, cambiar radicalmente la imagen del futbol azteca a nivel mundial, obtener prestigio y respeto en las canchas por parte de cualquier rival, aún de las grandes potencias. Menotti debutó en la selección, entre otros jugadores, a Jorge Campos, Alberto Coyote, Ramón Ramírez, Claudio Suárez, Ignacio Ambriz y Raúl Gutiérrez, miembros de una de las mejores camadas de nuestra historia, a quienes logró transmitirles su filosofía del futbol, un fuerte sentimiento de autoestima y confianza en las propias capacidades para no sentirse nunca inferiores a nadie.

Las estadísticas de César Luis Menotti con el tricolor numéricamente son modestas: 19 partidos: 7 triunfos, 7 empates y 5 derrotas, pero es necesario ver y entender que el proceso fue interrumpido prematuramente; no se le dio el tiempo necesario para madurar y obtener los objetivos que se habían trazado. Todo debido a la lucha por el poder que caracterizó esa época. El sucesor del Flaco, Miguel Mejía Barón, supo aprovechar lo hecho y mantuvo la inercia menottista, con resultados notables y actuaciones que aún hoy son recordadas como lo mejor que hemos tenido a nivel selección: jugar la final de la Copa América 1993, misma que se perdió con Argentina 2-1 y un brillante mundial de Estados Unidos 1994.