Más de lo Mismo

Este 2021, se advierte como una jornada electoral decisiva para el gobierno en turno. Hace casi tres años, MORENA, ilusionó a millones de mexicanos bajo la consigna del cambio, mismo que aún no llega (y tal parece que jamás lo hará). El efecto “López Obrador” feneció, ¿ahora si la oposición podrá hacerle frente?

El escenario político-electoral comienza a tomar forma. La pesadilla obradorista del “PRIAN” cobró vida, reforzado con los resabios de su pasado, el PRD; partidos satelitales como Movimiento Ciudadano, decidieron competir bajo su propia órbita electoral desdeñando cualquier alianza; mientras que nuevos institutos políticos bacterianos, liderados por las mafias sindicales de Pedro Haces y Elba Ester, lograron vencer a la Constitución permitiendo su ilegal nacimiento. Y claro, el mercenario electoral del Verde Ecologista, por desgracia subsistió arrimándose convenientemente, como es su costumbre, al puntero de los próximos comicios.

Han sido sorpresivas varias de las candidaturas anunciadas. Partidos locales como Querétaro Independiente, apostaron por la nostalgia infantil reviviendo la obra máxima de Chespirito tras postular a Carlos Villagrán, “Kiko”, el insoportable niño mimado de la vecindad del Chavo del Ocho, como gobernador de ese Estado. Por su parte, el partido que encabeza el movimiento naranja optó no sólo por ir sin alianzas, sino que postuló una gran cantidad de activistas como Alberto Athie, Luis F. Hernández y Majo Martínez, representando una opción fresca, lástima que también impulsaron cuestionables personajes como Salomón Chertorivski, un mal logrado panista del calderonismo, o Francisca Viveros en Veracruz, conocida como “Paquita la del Barrio”, ¿son los personajes de ficción, los políticos rancios y las canciones cantineras necesarias para ganar?

Hoy, más que nunca, la oposición exige ser inteligente, pero sobre todo estratégica. MORENA se está equivocando en su estrategia, muestra de ello son las candidaturas en Chihuahua, Michoacán y Guerrero. Pudiendo arrasar en el gigante del norte, desperdiciaron la candidatura de Víctor Quintana, ante la posibilidad de hacer lo correcto, hoy respaldan a un candidato acusado de violación, y en tierras purépechas la dimisión de Cristobal Arias, fragmentó peligrosamente al partido, poniendo en jaque la campaña de Raúl Morón.

Ante estas oportunidades, ¿la oposición está tomando ventaja? Decepcionantemente, parece ser que no, basta con ver las malas decisiones del blanquiazul, rescatando a Roberto Gil Zuarth como posible candidato a una Diputación Federal, a pesar de los fuertes rumores de su participación en las corruptelas de Oderbrecht; o que decir del PRD, quien pareciera vivir de sus viejas glorias siendo que está cercano a su extinción, en una compleja pero decisiva jornada, comete equívocos imperdonables como rechazar candidatos sólidos como Fernando Belaunzarán. ¿Acaso es tanta la desesperación de estos partidos que necesitan a Margarita Zavala para ganar notoriedad? Bien dice que no existe peor ciego que el que no quiere ver.

Es posible derrotar al obradorismo, pero se necesita claridad mental e iniciar la transición hacia una nueva clase política. Jaime González Graff, connotado politólogo, afirmaba que en México predominaban dos tipos de políticos, los corruptos eficaces y los ineficaces, sentenciando que al final prevalecerían los eficaces. ¿Por qué apostarle a más de lo mismo, acaso estamos condenados a aceptar gobernantes que roben bajo el consuelo de que trabajen? A la ciudadanía, sólo un favor, esta vez razonemos el voto.