México y las cuatro tendencias globales en el mercado de drogas

Hace unas semanas se publicó el Informe Mundial de Drogas 2021 de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. Se trata de un documento que expone las tendencias globales en el mercado de sustancias psicoactivas, implicaciones en términos de política pública, análisis por regiones y países, y por primera vez incluye un apartado relacionado con las implicaciones del COVID-19. Se trata de un texto fundamental para el análisis del mercado de narcóticos y para el desarrollo de estrategias de largo alcance a nivel global y doméstico.

Entre los principales hallazgos destaca el hecho que 275 millones de personas usaron algún tipo de droga en 2020, es decir, 5.2% de la población mundial. Se prevé que en una década el aumento en el consumo sea del 22%. Los países de bajos ingresos tendrán un crecimiento mayor, preocupa principalmente el impacto en África.

Existen cuatro tendencias a nivel mundial que son absolutamente clave. Primero, el COVID-19 tuvo un impacto negativo en el corto plazo para los mercados de drogas, sin embargo, éstos rápidamente se recuperaron. La pandemia aceleró y marcó procesos en el transporte de narcóticos, especialmente el tráfico en grandes embarcaciones, el aumento de rutas marítimas y de vía postal, así como los métodos de entrega sin contacto. El encierro y el distanciamiento social también acentuaron el consumo de medicamentos sedativos y de cannabis.

La segunda tendencia global es que existe un incremento en la compra-venta de sustancias psicoactivas en la dark web. La llamada red obscura registró transacciones por 315 millones de dólares, esto representa un incremento de cuatro veces en los últimos años. A la venta se encuentra disponibles drogas sintéticas, nuevas sustancias psicoactivas, así como maquinaria y precursores químicos para su producción. Si bien para el ingreso a la dark web son necesarios programas específicos, autorizaciones y protocolos, la accesibilidad es cada vez creciente.

La tercera tendencia se relaciona con las sustancias históricamente traficadas, concretamente cannabis y cocaína. Lejos de estar en disminución o decadencia con el surgimiento de drogas de diseño, ambas han tenido comportamientos al alza. El cannabis es el estupefaciente más consumido a nivel internacional con más de 200 millones de usuarios, lo que representa un aumento de 18% con respecto a la última década. En tanto, la cocaína se estima con 20 millones de usuarios, es decir, 22% de aumento en el mismo plazo. Además, su manufactura se duplicó entre 2014 y 2019, para tener el mayor nivel histórico de producción.

La cuarta tendencia es la que se vincula con las drogas químicas. El fentanilo, una sustancia que está revolucionando el mundo de los narcóticos, ha aumentado en seis sus confiscaciones entre 2015 y 2020, especialmente en Norteamérica. En 2019, causó la muerte de 50 mil personas en Estados Unidos, de manera que existe una seria crisis de salud en este país. En cuanto a la metanfetamina se ha incautado tres veces más en la última década, pero la intercepción de precursores químicos controlados para su producción disminuyó 99%.

En el informe citado, a México se le identifica como un país fundamental en el tráfico de cocaína entre Sudamérica y Estados Unidos y Canadá. También se le establece como una nación en la que se elabora metanfetaminas y opioides (especialmente fentanilo) con los precursores químicos de origen asiático.

¿Qué implican estos hallazgos para el país? Para México implican una mayor atención en las vías marítimas y puertos (especialmente los ubicados en el Pacífico) en cuanto el tránsito de precursores químicos y narcóticos. Asimismo, pone sobre la mesa la necesidad de fortalecer una política de ciberseguridad y la importancia creciente que tendrá el ciberespacio no sólo para la compra-venta de drogas, sino para la comisión de ilícitos en general.

Lo que es más, México continuará siendo un país geoestratégico en el tránsito de cannabis, cocaína y amapola, también se posiciona como el segundo mayor productor de opio sólo después de Afganistán. Tendrá una importancia mayúscula en la producción y tránsito de metanfetaminas y fentanilo con destino hacia Estados Unidos y Canadá.

El mercado de drogas se está expandiendo y México juega un papel clave en ese tablero, mientras que los grupos criminales tendrán un negocio rebosante y en crecimiento en la próxima década. En este contexto, es necesario que el gobierno federal analice a profundidad la información y los datos que se desprenden del documento y establezca políticas congruentes tendientes a disminuir esta problemática.