NO ABUSES DE TUS AMIGOS

La amistad es uno de los vínculos más admirables que existen entre los seres (quizá no solo los humanos.) De acuerdo con la filosofía budista, representa la forma más pura del amor: incondicional y sin apego.

El amor puede o no presentarse en la relación erótico afectiva. Por lo general, se presenta en la relación paterno-filial (aunque hay excepciones) pero nunca falta en la relación de amistad, que por definición consiste en la entrega voluntaria de amor a otra persona. En la amistad, el amor no es un sentimiento, sino una decisión. (me refiero a su inicio, no a su duración y posible final).

Se trata de un vínculo totalmente voluntario, por medio del cual nos sentimos fuertemente unidos a otra persona, (del mismo o distinto género con respecto al propio).

Yo sostengo que la mejor forma de amar, es ser amigo de otras personas: de los padres, de los hijos, de la pareja, de los compañeros de trabajo. Algunas personas no están de acuerdo con esa idea. Se niegan a ser “amigos” de sus hijos, porque consideran que su papel es guiarlos, conducirlos; básicamente, darles órdenes o instrucciones que ellos deben “obedecer”.

La amistad genera casi siempre relaciones asimétricas. No todas las personas pueden dar o aportar lo mismo. Como es bien sabido, “nadie puede dar lo que no posee”.

Pero dentro de esas asimetrías, ocasionalmente se presentan abusos. Desafortunadamente, existe en algunas personas la tendencia a abusar del cariño, afecto o amabilidad de otros. “Cargarles la mano” o “recargarse” en exceso en algún amigo.

Una amistad es una sociedad. Las partes hacen aportaciones de distinta naturaleza, y obtienen beneficios individuales y comunes. Piensa por un momento tu ¿Qué le estás aportando a tus relaciones? ¿Qué es lo que pides o esperas de ellas?

Lo cierto es que nadie nos pertenece. Absolutamente nadie: ni los padres, ni la pareja, ni los hijos, ni las amistades, ni las personas en general. Por eso no deberíamos esperar que otras personas actúen como nosotros quisiéramos; pero eso no impide esperar y recibir beneficios mutuos y recíprocos de nuestras relaciones.

En lo personal, yo no suelo elegir a mis amistades; más bien ellas son las que me han elegido a mí. Yo soy amigo de todo aquel que quiera serlo. ¿Tu como eliges a tus amigos?

Ser un “buen amigo” no implica hacer todo aquello que se espera de nosotros. Aun cuando las “aportaciones” son asimétricas, debe haber un equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe. Hay que tomarlo en cuenta. Por favor ¡No abuses de tus amigos!

Flor de Loto: El amor es una fuerza superior a cualquier cosa. Gracias a él podemos llegar a dar incluso hasta la vida, por otras personas.