NUEVA POLÉMICA COI-RUSIA

Decíamos anteriormente que la separación entre deporte y política es un mero sueño que en los hechos tal vez jamás veremos. En estas semanas se ha recrudecido un nuevo enfrentamiento entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Rusa; a más de uno le ha resultado más que evidente el ataque sistemático del máximo organismo del deporte olímpico en contra de los intereses del país eslavo. Años ha que Rusia es perseguida por el supuesto dopaje universal de sus atletas, los cuales han sido duramente sancionados, cuando el dopaje es un fenómeno ampliamente extendido en la mayoría de países, tema del que hablaremos en otro momento…

A raíz de la invasión de Ucrania (febrero de 2022), las sanciones en contra del malvado oso ruso no se hicieron esperar; de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024 se puede decir que Rusia fue borrada por el COI. Por ello los rusos han organizado un certamen deportivo conocido como “Juegos de la Amistad” que se celebrará en septiembre del presente año, provocando la ira del organismo. Para entenderlo mejor un poco de contexto histórico:

En los ya muy lejanos años ochenta del siglo pasado se dieron los dos mayores boicots en la historia de los Juegos Olímpicos: Moscú 80, cuando Estados Unidos y sus aliados, casi setenta naciones, decidieron no participar supuestamente en protesta por la intervención rusa (solicitada por el gobierno local) de Afganistán un año antes.

En 1984 los juegos fueron en Los Ángeles y desde luego los soviéticos devolvieron la cortesía; la URSS y alrededor de veinte países no acudieron a la justa. Y no sólo eso, paralelamente organizaron los llamados (¿lo imagina el lector?) “Juegos de la Amistad” que fueron celebrados en las mismas fechas que los JJ. OO. Los rusos negaron que fuera con el objetivo de hacerle sombra a Los Ángeles 84 y por supuesto todo mundo les creyó. El resultado fue realmente notable, participaron atletas de cincuenta países y en disciplinas como atletismo (más de la mitad) y natación (un tercio), las marcas de los ganadores fueron mejores que en Los Ángeles.

Hace cuarenta años el COI no se inmutó por los Juegos de la Amistad, pero ahora ha reaccionado con furia ante esta nueva edición a pesar de que sus fechas no coinciden. Acusa a Rusia de “flagrante violación de la carta olímpica”, “falta de respeto por los atletas” e “infracción a las resoluciones de la ONU”. En un tono más bien autoritario, el organismo sugiere a los atletas abstenerse de participar en los juegos a los que calificó como “un cínico intento de politizar el deporte”.

Independientemente del impacto que podrían tener los Juegos de la Amistad, podemos ver las contradicciones, es evidente que el COI responde, aunque lo niegue (¿le creemos?), a los intereses de Estados Unidos y sus aliados. Si continúa con su política de persecución y sanciones en contra únicamente de países enemistados con los gringos, provocará un sisma en el deporte mundial.