Nahle y el fuego amigo

De nuevo la aparente ingenuidad del líder de Morena en Veracruz se mostró a grado tal que pareciera complicidad con el contrincante. No previó otro montaje en Veracruz y permitió que recibieran a Claudia Sheinbaum al puro estilo arrabalero que caracteriza a Yunes Linares.

Rocío Nahle, candidata de Morena a la gubernatura, tiene dos enemigos a vencer para gobernar la entidad, ambos juegan sucio, a pesar de esto va ganando.

La guerra sucia que le organiza Miguel Ángel Yunes Linares a través de su marioneta Arturo Castagné, y los montajes orquestados con semanas de anticipación, se suman al fuego amigo que no afectan la campaña de la ex secretaria de Energía, los veracruzanos conocen a los delincuentes.

En más de una ocasión la candidata de Morena se ha encontrado con propaganda secuestrada al momento de iniciar su mitin. En más de una se han dado cuenta que se encuentran en bodegas cuyo control depende del gobierno del estado. De esto nunca sabe nada Esteban Ramírez, quien debe enviar una avanzada para dar cuenta de todo esto y evitarlo en la media de lo posible o advertirlo.

Sabemos que la amistad entre el gobernador y el líder de Morena es fuerte.

En el norte de Veracruz, Poza Rica, acompañada de la candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, eso no les importó, el objetivo es desbarrancar la campaña de Rocío Nahle.

Tantas ingenuidades juntas de Zepeta acusa complicidad. Todos sabemos que le distraen mucho las nuevas amistades, pero está de gira de trabajo y no de ligue.

Por su parte, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, nunca ocultó su preferencia por impulsar a su secretario de gobierno para la candidatura. Una vez que fue electa Rocío Nahle, mostró su inconformidad de manera discreta pero evidente.

Nadie puede asegurar que el secuestro de la propaganda de Rocío Nahle sea obra del gobernador o su secretario de gobierno, pero tampoco nadie puede negar que la ex secretaria de Energía no es la favorita del gobernador.

La militancia de Morena asegura, en buena parte del estado, que los espacios donde fue escondida la propaganda tenían que ver con el gobierno estatal, son instalaciones que le pertenecen.

Nunca pudo o no quiso Cuitláhuac detener los impulsos de Erick Cisneros hacia el protagonismo más descarado, quien, con el pretexto de la presentación de su libro, el cual promovió en espectaculares a lo largo de Veracruz, tanto que nadie dudaba que estaba en campaña por la candidatura.

Si la propaganda de Rocío Nahle y Sheinbaum fue secuestrada por Eric Cisneros y su jefe inmediato nunca se dio cuenta. Es culpa de ambos, uno por ejecutar y, el otro por no saber lo que sucede en su estado. Y si se dio cuenta hay complicidad y traición.