Paz y Pymes

Hablar de paz se ha vuelto tan popular como hablar del estado del tiempo: son temas cotidianos en la agenda pública, pero mientras los pronósticos del clima se basan en la observación y la ciencia; al hablar de paz se describe como un anhelo y no como algo que se construye cotidianamente. Pero ¿qué rol juegan las micro, pequeñas y medianas empresas (Pymes) en la construcción de paz? Mucho más de lo imaginado.

Primero, las Pymes emplean a la mayoría de las personas en México. Las millones de unidades económicas familiares que existen en el país garantizan que tengas alimentos en tu mesa, tomes tu café por la mañana y el té antes de dormir. El comercio minorista (retail) garantizó que la población no se quedara sin bienes ni alimentos durante el periodo más oscuro de la pandemia, muriendo miles de estas personas que no pudieron “quedarse en casa”, ni demandar trabajo remoto. O movían los bienes y proveían los servicios, o las sociedades colapsaban.

Segundo, sin Pymes no habría paz social. Si bien la economía del conocimiento se basa en el desarrollo tecnológico de las empresas startup, que anhelan en convertirse en empresas unicornio, que son aquellas cuyo valor de mercado es superior a los mil millones de dólares, en el mejor de los casos contratan a unos cientos, y muy ocasionalmente, miles de personas. Pero la realidad es que por los bajos niveles educativos de la población mexicana en temas de programación, barreras de edad o tamaño del mercado, el grueso de la gente sólo aspira a ser repartidor u operador de sus plataformas, o condenarse a vivir endeudados por las altas tasas de interés que cobran las empresas Fintech por sus productos.

Tercero, sin Pymes no habría actividad económica.

No toda la gente puede trabajar en la función pública o recibir transferencias gubernamentales.

El Gobierno debe ofrecer primariamente bienes públicos como la seguridad o la impartición de justicia, que son su principal razón de ser. Ya secundariamente, puede promover la actividad económica, pero no puede ser el protagonista, a pesar de ser quien más gasta a través del presupuesto público. Porque como hemos visto en la historia del país, si la pericia técnica se sustituye por zalamería y obediencia al líder, el saqueo y quiebra de las empresas públicas está garantizado.

Si las Pymes emplean a la mayoría de las personas, garantizan nuestros alimentos, nuestra vida cotidiana y sin ellas no habría actividad económica ¿por qué no se les considera una prioridad en la construcción de paz en México? Probablemente porque carecen de fuerza organizativa para incidir en la agenda pública, y en consecuencia, viven desdeñados por los gobiernos y amedrentados por la delincuencia. Esto tiene que cambiar pronto, porque los estamentos camarales y partidarios parecen representarse sólo a sí mismos.