Primero los ricos

Es tal incongruencia de los precandidatos que se olvidaron de hacerle caso a su máximo líder, el jefe del Ejecutivo federal, de presentarse ante la ciudadanía como cualquiera de los ciudadanos que en estos momentos de terrible crisis están padeciendo no solo haber perdido alguno de sus integrantes de su familia a consecuencia de la pandemia, sino de estar desempleados.

La ostentosidad de los aspirantes a las gubernaturas de Chihuahua, Tlaxcala, Guerrero y Michoacán son un insulto en estos momentos en que México atraviesa la peor crisis de las últimas décadas agravada por el Covid-19, para ellos y ellas la austeridad no existe, la pobreza es de los ciudadanos y no de quienes aspiran a gobernar estados sumidos en la miseria extrema y en la inseguridad.

Veamos caso por caso: el hermano de la titular de la Función Pública, Pablo Amílcar Sandoval, quien hasta hace unas semanas atrás se desempeñaba como super delegado del gobierno federal va por su segundo intento por gobernar al estado de Guerrero, que si bien tiene el Triángulo del Sol que aglutina Taxco, Acapulco e Ixtapa, también posee comunidades en pobreza extrema.

Sandoval llegó a registrarse en la sede nacional que preside Mario Delgado en una camioneta GMC que tiene un costo que oscila entre los 900 mil pesos, costo que con su salario de super delegado difícilmente podría costear a menos que su sueldo enterito fuera destinado a vivir en el vehículo.

Muy superior al gasto hecho por Sandoval está el de Armando Cavada, precandidato al gobierno de Chihuahua quien arribó a la sede nacional morenista acompañado de chofer y hasta guaruras en una camioneta Cadillac de aproximadamente un millón ochocientos treinta mil pesos. Ahora si como dijese el presidente ¿quién pompo?

No podía quedarse atrás Dulce Silva, esposa del coordinador de Política y Gobierno de la presidencia de la república, César Yáñez, quien asistió en una Suburban cercana a un millón 600 mil pesos, además de un Jetta en el que iban sus colaboradores. La empresaria de carnes frías nunca ha disimulado que primero están los ricos y hasta el último los pobres tlaxcatelcas.

Los mismo hizo el aspirante al gobierno de Michoacán, Raúl Morón, quien se trasladó en una Suburban blanca que roza también el millón y medio de pesos. Aquí la situación es que de acuerdo con la encuestas es el senador Cristóbal Arias, quien tiene todos las bendiciones para ser el candidato morenista después de varios intentos de gobernar a los michoacanos primero por el PRD.

Ay, señoras y señores cómo ayudan al presidente López Obrador….