Reprender a Cota era injusto

Con la playera que lució el fin de semana antes del partido ante Necaxa, Rodolfo Cota mostró la empatía que muchas veces le reclamamos a los jugadores como las figuras públicas que son, y al contrario de muchas otras ocasiones, terminó llevándose los aplausos de la opinión pública al condenar la ola de violencia de género en la que nuestro país está gravemente sumido.

¿Tenía argumentos la Liga para castigarlo? A mi parecer no. El único, sería realmente tonto, y es el hecho de no portar la vestimenta correspondiente a la de su equipo, pero ni siquiera se trató de una acción durante el partido, fue antes, por lo que ese diminuto argumento queda desestimado.

Fuera de eso, la postura de Cota evidentemente no es religiosa y, me parece, tampoco tiene nada de política, que son los temas que evidentemente pueden acarrear sanciones que me parecerían merecidas. Si la Liga lo hubiera castigado al considerar que se trataba de una postura política me hubiera parecido algo tristísimo, pues irónicamente, hubiera hecho que las autoridades de este deporte tomaran postura ellos mismos de algún posicionamiento político.

Quizá el asunto ha brincado tanto las últimas horas debido a lo que comentaba anteriormente, que es raro ver a los futbolistas involucrarse en causas que realmente alarman a la sociedad. Viene a mi mente el sonado caso de los desaparecidos en Ayotzinapa que tanto escandalizó al país para bien y para mal, y una seña de Eduardo Herrera, que en 2014 con los Pumas, hizo con sus manos los números 4 y 3 solidarizándose con las víctimas. Por cierto, en aquella ocasión, no recibió castigo alguno.

El tema de sancionarlo desataría un caos público, tomando en cuenta los últimos resbalones de la Comisión. Tan solo la semana pasada, decidieron abrirle un procedimiento de oficio a Miguel Ponce por un altercado en el Aeropuerto de Tijuana ocurrido a la llegada de Chivas para su partido del viernes. Situación en donde el jugador tuvo poco qué ver y los involucrados fueron más el aficionado y sobre todo el elemento de seguridad del rebaño.

Esto me alteró sobre todo al recordar que no se decidió castigar a Nahuel Guzmán una semana antes pese a la agresión descarada sobre el atacante de Santos Eduardo Aguirre, bajo el endeble argumento de que fue una acción que el árbitro si vio y en su momento emitió su castigo.

Mi punto es, la Comisión Disciplinaria (junto con la de arbitraje, por cierto) tienen mucho más de qué ocuparse y la acción de Rodolfo Cota, al contrario, debe ser aplaudida.