Ricardo Monreal, Castro Trenti y la aplanadora guinda

La fuerza de Morena, que se manifiesta a lo largo y ancho del país, cada día va cobrando mayor ímpetu. Claudia Sheinbaum, por ejemplo, cuenta con niveles de aprobación muy elevados; más del 73% de la población civil respalda su trabajo y, con ello, tiene plena confianza en las políticas sociales que ha ido implementando a lo largo de estos dos meses. Ella, como sabemos, le apuesta a la continuidad del proyecto de transformación que inició Andrés Manuel López Obrador, eso sí, bajo la concepción clara de un estilo propio que, por esa misma razón, la hacen diferente si es que realizáramos una evaluación de personalidades. Pero, más allá de eso, ambos han abrazado una plataforma de gobierno que, desde luego, va encaminada a ayudar a los sectores más vulnerables.

A más de tres meses que se instaló la nueva legislatura en ambas cámaras, hay una larga lista de leyes y reformas constitucionales que, con el impulso de Morena, han salido adelante. Junto a ello, claro está, hay un inmenso compromiso de la fracción parlamentaria del partido guinda que, con responsabilidad, ha llevado a cabo la tarea que les encomendó el pueblo de México el pasado dos de junio. En San Lázaro, por ejemplo, los diputados han respondido, tanto al paquete de propuestas que mandó AMLO hace meses, como al andamiaje de ideas de Claudia Sheinbaum, que por cierto signó en tiempos de campaña, para continuar profundizando la 4T. Siendo una enorme plataforma de conquistas, hay que reconocer, por su liderazgo y madurez, la labor que está llevando a cabo Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de los legisladores.

Y cuando nos referimos al liderazgo, tenemos que hacer mención del trabajo arduo que, al interior de la fracción, se pone en marcha para operar el funcionamiento de todos los trabajos legislativos. Ricardo Monreal, por ejemplo, es la voz más visible en San Lázaro. Ahí es donde se construye todo el quehacer de logística, planeación y organización. Él, a lo largo de los años, ha demostrado esa sagacidad para comandar labores de esa naturaleza. De la mano de él, hace poco, se cocinaron reformas constitucionales que, hoy por hoy, son el principal sostén del desarrollo en México. Fue bajo su gestión de líder del Senado de la República. Por esa razón, el gran interés de Claudia, además de tener un cuadro a la altura de las circunstancias en el congreso federal, es contar con la representación de una figura echada para adelante y, de paso, que domine a la perfección cualquier clima que se presente. Esa cualidad, por supuesto, la tiene Monreal.

El resumen de cada semana, que nos muestra avances sustanciales en la aprobación de leyes y reformas constitucionales, nos permite tener una clara idea de lo propositiva que es la fracción parlamentaria de Morena que, en cada votación, demuestra su capacidad numérica que, como sabemos, le otorgó el pueblo de México en las urnas, especialmente cuando existe un movimiento de base sólida, y una presidenta de la República que, digámoslo así, está en la cima de las preferencias de apoyo y respaldo. En términos más simples, más de dos tercios de los segmentos de la población tiene plena confianza de todo el quehacer que hace la jefa de Estado y, desde luego, los diputados en San Lázaro, en especial la coalición Seguimos Haciendo Historia.

En San Lázaro, además de la participación activa que existe, hay perfiles que destacan por su capacidad y liderazgo. Esa misma intensidad que se vive permite identificar aquellos cuadros que, por su madurez, salen a flote en los momentos cruciales. Esa consistencia se nota, lo hemos dicho en varias ocasiones, en el diputado de Baja California, Fernando Castro Trenti. Él, que se ha destacado por ser uno de los principales operadores de Ricardo Monreal, juega un papel determinante que, desde que inició el ejercicio, ha logrado poner en marcha por su clara madurez en temas legislativos. Su eficiencia y su formación constructiva, en los instantes esenciales, lo vuelven partícipe de la edificación del segundo piso de la 4T.

Si partimos de la premisa qué— en todo equipo político se delegan funciones— Monreal, sabedor de la capacidad de los legisladores, se apoya en la experiencia de Fernando Castro Trenti para operar asuntos que, por su precisión, ocupan una quirúrgica atención para generar mecanismos de respuesta favorables. En la práctica, claro está, Trenti ha entregado buenas cuentas en la aprobación de reformas constitucionales que, sabemos, son prioridades de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Eso, en sí, lo ha colocado en los reflectores de la prensa nacional. Es, ni más ni menos, como el surgimiento del Ave Fénix. Eso, en cualquier nivel político, te coloca en condiciones inmejorables para aspiraciones a futuro. Se sabe que, en un par de años más, habrá relevo de 15 gubernaturas, entre ellas Baja California. Y cuando toda marcha por la dirección correcta, y comienzas abrir paso a una corriente de opinión positiva, se acentúa un posicionamiento claro para la elección de gobernador.

Ese destino, quizá, está reservado para Fernando Castro Trenti en Baja California. Vemos que, desde ahora, su nombre comienza a figurar en el ánimo de la población civil. En las encuestas, por ejemplo, se ha posicionado entre los favoritos para medirse en la encuesta interna de Morena. Eso, como tal, lo pone en el radar preelectoral que, en definitiva, observamos que crece a pasos agigantados.

Finalmente, por lo que atestiguamos a diario, la dupla de Ricardo Monreal y Fernando Castro Trenti, en eficiencia, rinde cada vez más frutos en la aprobación de leyes y reformas constitucionales.