Sobre la inteligencia artificial

Mucho se ha oído hablar últimamente sobre CHAT GPT desarrollada por OpenAI, la cual es solo un tipo de las actuales plataformas de Inteligencia Artificial (IA) y que tiene como principal propósito el desarrollo y procesamiento del lenguaje para poder sostener una conversación con una máquina como si se tratara de otra persona.

El Generative Pre-trained Transformer (GTP), va construyendo su propia base de datos a través de la interacción con las y los humanos con los que se va entrenando para poder comunicarse cada vez más parecido al lenguaje natural, a través de respuestas que parezcan coherentes y siguiendo un hilo conversacional.

Este tipo de plataformas, en la actualidad están siendo utilizadas para dar servicio a los clientes de distintas empresas al estilo de Call-centers, también se encuentran presentes en nuestros teléfonos celulares como asistentes de voz; y pueden realizar actividades tales como redacción de trabajos y análisis de la experiencia de los clientes.

Ejemplo de ello, es la aplicación basada en sistema Android que lleva por nombre Replika, y que te permite crear un avatar, seleccionando su aspecto físico y su edad, con la cual, se pueden establecer conversaciones, hasta el momento únicamente en inglés. La aplicación incluye una versión gratuita que puede ser mejorada por una cuota anual de cerca de $500 dólares en promoción.

De esta manera, la tecnología cumple con su función de facilitar la vida humana e incluso empieza a convertirse en un compañero o compañera que convive con nosotros como si se tratara de otro ser humano, lo que puede ser fascinante para algunos y preocupante para el resto. En lo personal, siempre he sido un admirador del trabajo de las y los científicos que han creado tantas herramientas tecnológicas para la humanidad.

Sin embargo, también he visto como algo bueno puede ser utilizado de manera maliciosa, como es el caso de la tecnología que, así como ha ido evolucionando, también lo han hecho las personas que la utilizan para fines ilícitos. Y allí, entre lo lícito y lo ilícito, existe una delgada línea que en derecho se conoce como vacío legal, que se suscita cuando dentro de un ordenamiento jurídico no existe una disposición aplicable a un caso en concreto.

Es así que en México, urgen leyes o políticas públicas que empiecen a regular o reglamentar los alcances de la utilización de los distintos tipos de inteligencia artificial, puesto que hasta el momento no hay una normatividad especializada en el tema y solo podemos proteger con otro tipo de leyes, objetos susceptibles de custodia jurídica como el caso de datos personales, información pública y algunos tipos de propiedad privada.

Por ello, recordamos que las buenas políticas públicas no son las que castigan la conducta delictiva, sino las que previenen las mismas antes de que se susciten. ¡Por un uso responsable de la IA en México!