TIRADITOS

Pese al millonario presupuesto de alrededor de 13 millones de pesos destinado a la organización de cada uno de los debates presidenciales por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), en pleno inicio del segundo debate entre Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez, la improvisada sala de prensa adaptada en el patio de la puerta 2 de los Estudios Churubusco Azteca se quedó sin Internet y sin señal de la transmisión de lo que estaba ocurriendo entre los candidatos. Fue tanta la desesperación de los reporteros, fotógrafos y camarógrafos que empezaron a presionar a los organizadores —los representantes del órgano electoral— para que solucionaran la falla al punto de incluso de proponer “un portazo” para poder seguir haciendo su trabajo. Tras 15 minutos de iniciado el debate y la exigencia, la falla fue reparada, pero ningún representante del INE dio una explicación sobre la causa que originó el desperfecto pese a la millonaria inversión que sale del presupuesto público y que por más “ensayos” que realizan los días previos no garantizan la transmisión. Porque además de la caída de la señal en la sala de prensa, ciudadanos que seguían la transmisión aseguran que en cuatro ocasiones ésta también falló. ¿Quién responderá por todos estos errores?

Sufre Margarita González con el “Cuau”

Si alguien le ha hecho mucho daño a Morelos es el popular exfutbolista Cuauhtémoc Blanco debido a su mala administración, en la que los niveles de violencia, ejecuciones, secuestros y presencia del crimen organizado creció como pasto por toda la entidad. Ahora quien lo está padeciendo es la candidata a la gubernatura, la morenista Margarita González Saravia, quien no puede deslindarse de su antecesor y le está pasando factura entre los votantes, que le cuestionan la forman en que deja la entidad y para lo que no ha encontrado una sola respuesta. Con esos compañeros de partido, para que quieres enemigos, refieren en el equipo de campaña.

La desaparición del Obispo de Chilpancingo

Tremendo susto que se llevaron en la jerarquía católica con la desaparición del Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo, Guerrero, Monseñor Salvador Rangel Mendoza. No era para menos, pues aseguran que había recibido amenazas de muerte del crimen organizado, luego de que han cuestionado la inseguridad de la zona y la falta de acción de las autoridades. Finalmente, según lo dijo el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, se trató de un secuestro exprés y no pasó del susto, aunque el religioso tuvo que ir al hospital. Comentan que este no es el único caso de algún Obispo que ha recibido amenazas.